A la vista del mar (Privado/Isabel)

La brisa en el barco le pegaba de lleno en la cara, es que sinceramente no había nada mejor que aquello, pensó el chico viendo al mar que se extendía frente a él mientras sonreía sin siquiera notarlo, así que simplemente se limitaba a contemplar todo, porque aunque nadie lo supiera al de verdad le gustaba esa vida, no era para nada la que tenía prometida, pero es que el mar era algo indescriptible... se sentía mas poderoso que nunca con sólo verle

Decidió no moverse de su sitio aun perdido en sus cabilaciones, la tripulación ese dia estaba bastante tranquila y no había tenido la necesidad de sacar su lado mafioso para calmarles(?) por lo que él también estaría en paz ¿que malo tenía eso de vez en cuando?

Cruzó una pierna tras la otra mientras se inclinaba más para verlo todo, esperando no ser distraído por nadie

Miró su reflejo en el filo de una de sus hachas. Estaba tan limpia el arma que reflejaba las cosas con exactitud lo que hizo que la española sonriese. Le encantaba ver sus armas así de limpias.

Giró un poco el hacha para poder asegurarse de que estaba completamente limpia, al girarla pudo apreciar el reflejo de alguien por lo que se levantó del suelo y guardó el arma mirando curiosa al chico.

Aún no los conocía bien a todos pero sabía que a él ya lo había visto alguna que otra vez.

Se le acercó con curiosidad preguntándose qué es lo que haría mirando el mar.

-¿Admirando el paisaje?-preguntó repentinamente y apoyandose con sus codos y mirando hacía la misma dirección que él.

Se sobresaltó un poco al escuchar la voz de ella... luego la observó, Dios santo es que se parecia tanto al bas... a Antonio que no podía dejar de sorprenderse, aún así la miro un momento, luego levemente inclino la cabeza, para luego seguir observando al frente

- Si, podriamos decir que eso es -afirmó con serenidad, nunca usaría otro tono de voz con una dama, además esa hacha era algo terrorifica -¿y la hermosa dama vino también a recibir la brisa del mar? -no pudo evitar sonreírle, haciendole espacio para que se colocara a su lado

Luego, se monto al borde del barco, igual lo hacía desde pequeño, tenía equilibrio cuando se lo proponía, luego contemplo a la chica, esperando que se sintiera comoda allí con él

Se colocó en el sitio que el otro le había dejado mas ella no se subió al borde del barco. Si algo había aprendido sobre el equilibrio era a no jugar con él, y menos cuando se iba armada y las armas recién afiladas. Sonrió mirando el mar cuando la brisa le dio, era una brisa única comparada a la que estaba acostumbrada de la tierra.


-Se podría decir que sí aunque no es así del todo-lo miró y amplió su sonrisa-Es aburrido estar sola supongo que vine para hablar un poco ahora que hay con quién hacerlo-rió un poco ante sus propias palabras. La verdad, era algo irónico había pasado de la noche a la mañana de estar sola buscando su familia a estar en el barco pirata de su propio hermano y con tanta gente en este.

Le sonrió con cortesía a la dama, Antonio no le había dado muchos detalles con respecto a Isabel, sólo sabía que tenían una clase de parentezco y eso le bastaba a él, y era bastante obvio ya que físicamente eran como dos gotas de agua, y aquél gusto por los objeto corto-punzantes de gran tamaño... bueno, así eran ellos, ni forma de cambiarlos, y en este mundo donde todo es guerra era mejor estar preparados.

La miro fijamente, ahora dibujando una sonrisa en su rostro, ella era una dama y debía tratarla como tal -¿Con que platicar eh? le aseguro que muchos en este barco querrían platicar con ud señorita Isabel, yo por ejemplo -bajo un poco, pero sin cambiarse de su posición puesto que la brisa le parecía realmente buena -entonces supongo que podré desaburrirla -siguió medio sonriendo en su dirección, esperando que se sintiera agusto en su lugar

-Creo que tienes razón, después de todo soy la "nueva" supongo que tendréis curiosidad, aunque no soy nada del otro mundo. Sólo soy una mercenaria-lo miró divertida pero con una pizca de curiosidad- Pero bueno, mi vida es muy aburrida, ¿por qué no mejor me hablas de la tuya?No pareces ser un "pirata" normal y corriente, eres más... mmm, ¿cómo lo diría?... más fino de lo normal.

Era cierto que él era más educado de lo que solían ser los piratas, aunque, la verdad, la tripulación de su gemelo no era ninguna normal y menos teniéndolo a él como capitán.

- No diga eso señorita, ud se ve como una persona interesante, el que sea mercenaria sólo es un detalle insignificante -eso lo decía con toda honestidad, la verdad es que era bastante curioso aunque solía ocultar este hecho... luego bajo un poco la mirada, claro que no hablaba como el resto de los bastardos, a menos no en presencia de una dama ¡claro que casi escupía arsénico por esa boca! decía cada insulto habido y por haber, pero jamás frente a una mujer, eso era de mal gusto -¿De verdad piensa eso Isabel? cualquiera en esta tripulación solo habla de mis pésimos modales -se burlo un poco, esa era la verdad.

- Le propongo algo, ud me hace una pregunta y yo le hago otra ¿hecho? -le sonrió mientras le indicaba que empezara, así era más fácil y entretenido conocer a alguien, y de verdad que quería conocer mas a la chica

-¿Interesante? Yo no me calificaría precisamente de interesante.-se cruzó de brazos ante lo siguiente haciendo un pequeño berrinche infantil al inflar sus mejillas-Sí, pienso eso, eres de los pocos que tratan con tan buenos modales a los mercenarios, o bueno, a mí en este caso. Créeme, ni si quiera los nobles nos tratan de esa manera y eso que técnicamente son los que más "modales" tienen.-le dijo refiriéndose a casi todos los nobles y mercenarios en general.

Quitó su expresión infantil ante su propuesta y sonrió divertida.-Hecho-sería bastante divertido.-Empecemos por una fácil... ¿qué posición tienes en este barco?-Era mejor no empezar por temas importantes... ¿verdad?

Rio un poco -es que esos idiotas no saben tratar a una mujer, por ende algún dia se quemaran en el infierno -miro con marcado desprecio al resto de la tripulación que por allí paseaba, ya vería, si los atrapaba tratando mal a Isabel conocerían a un colerico Lovino Vargas, y eso no era muy agradable que digamos

Al escuchar su aceptación no pudo hacer otra cosa que sonreírle, para luego por supuesto contestarle -¿no te lo ha dicho el bas... Antonio? -que mala costumbre, se reprimió mentalmente, frente a las damas nada de malas palabras -soy el segundo al mando aquí, tengo harto poder -dijo a modo de broma, la verdad era mas en broma, que nada, no le gustaba estar mandando pero eran caprichos del español

- Mi turno -dijo pensandolo bien -¿Te gusta estar aquí? -la verdad que le daba curiosidad, y si algo la incomodaba haría lo posible por cambiarlo

Miró confundida la mirada que el castaño le había dedicado al resto de la tripulación de su hermano. ¿A qué venía esa mirada hacía ellos?

Se había percatado de aquel "bas" y estaba segura de que si hubiese dicho entera esa palabra sería algún insulto,en cierto modo cariñoso(?), hacía su hermano-no, no me lo dijo, estuvimos hablando de otras cosas-

-Sí, me gusta estar aquí, aunque siento que debería de estar haciéndo otra cosa, pero me alegro mucho de estar aquí. ¿Te sirve esa respuesta?-le sonrió levemente-Bien, mi turno-amplió su sonrisa-¿Cómo llegaste a ser el segundo al mando?-en cierto modo sentía curiosidad por saber su historia.

Quería darse un montón de patadas en el trasero por imbécil, era OBVIO que Isabel y el bastardo tendrían cosas mas importantes de las cuales hablar que no incluían a su persona, pero es que habían pasado tanto tiempo juntos que no podía evitar pensar que tal vez le habían mencionado alguna vez

Sonrió en alivio al saber que la chica esta augusto en el barco, una cosa menos de la que preocuparse o motivo para darle cabezazos a alguien por lo que asintió a sus palabras, para luego escuchar su pregunta... La pregunta del milenio a su parecer, de hecho aun por las noches se preguntaba como fue que paso eso

- Isabel, hay cosas en la vida que no tienen explicación, el que yo sea el segundo al mando aquí es una de ellas -miro fijamente al océano, mientras seguía al mando - Conozco a tu hermano mas de lo que cualquier persona cuerda debería, desde mas tiempo del sano, por eso el confía en mi y piensa que es una buena idea -bufo un poco, mientras volteaba a verla - es mas o menos eso -sonrió en su dirección - voy yo ¿por que eres mercenaria? -ahora el curioso era el, solo porque la chica era demasiado hermosa para ello.

Asintió ante sus palabras. En estos momentos él conocía mejor que ella a su hermano por lo que simplemente lo creyó, después de todo ambos pasaron más tiempo juntos que ella.

-Esa es una larga historia...-bajó un poco la mirada y miró hacia el océano con un semblante más serio-Me separé de mi madre a los 8 años y apartir de ese entonces me cuidaron unos mercenarios bastante tontos-se le formó una pequeña sonrisa en el rostro conforme iba recordando a aquellos mercenarios-poco a poco fui aprendiendo aquel oficio y cuando me dí cuenta ya era una mercenaria. Supongo que eso es lo máximo que te puedo resumir-le miró por un momento mostrándole aquella pequeña sonrisa antes de volver a mirar a aquel gran océano que se abría antes sus ojos-¿Y desde cuando conoces a Toño?

Sonrió mentalmente ante aquel diminutivo, él era su hermano y después de todo así era como le llamaba antes de separarse de él.

Escucho con atención las palabras de la española imaginando lo dura que debió haber sido su vida, claro que la de el o la de Antonio no fueron precisamente miel sobre hojuelas... Pero se tenían el uno a otro y eso era todo lo que a el le importaba, después de todo el era su mejor amigo y quien lo había alejado de aquella vida sin rumbo en la realeza

Pero se sentía mal, tenia que arreglar que ese par estuviese mas tiempo juntos como hermanos y que lo disfrutaran ¿como estarían sus propios hermanos ahora? A veces, quería visitarles, pero su estilo de vida no se lo permitía

- Catorce años -exclamo con naturalidad mientras la miraba a los ojos, tan iguales a los de el - hace catorce años que somos amigos y molesta mi existencia, pero no puedo quejarme tampoco -dijo para culminar, eso era cierto - Bien... ¿Naciste así o le vendiste el alma diablo para ser tan bonita? -dijo en tono de broma, aunque lo decía con honestidad

Empezó a reír divertida ante la pregunta del italiano. A ella nunca le había importado lo de la "belleza" siempre la vió como algo superficial e inútil, algo que solo les importaba a los mismos nobles pues estos siempre buscaban vestir con las "mejores" telas para aumentar su "belleza". ¡Cómo si eso fuese posible! Jamás las teles agrandarían algo tan superficial como eso.

-Creeme... Siempre tuve cosas más importantes por las que "vender" mi alma que la "belleza"....-le contestó entre risas-Soy así de siempre y punto pero gracias por el cumplido-le dijo una vez se hubo calmado y había dejado de reír

Por un momento se imaginó al castaño con 5 años y no pudo evitar sonreír tontamente. Se lo había imaginado tan lindo que le daban ganas de abrazarlo fuertemente y restregar sus mejillas con las suyas-¿De pequeño eras igual de lindo que ahora?-le preguntó sin pensarlo aún con esa pequeña sonrisa tonta. Su hermano había tenido tanta suerte de poder haber podido verlo cuando estaba tan lindo como se lo había imaginado...

Sonrió ante la risa de la chica, era tan bonita, al igual que su risa, aunque le horrorizaba el parecido que tenia con la risa de su hermano... Demasiado iguales, pero no importaba, Isabel era un encanto de chica y eso era todo lo que a el le importaba

Se sonrojo como un idiota al escuchar su pregunta, recordando escenas del pasado cuando el pederastaAntonio le tomaba las mejillas y se las pellizcaba repitiendole una y otra vez lo adorable que era y lo suaves que eran sus mejillas, se dio una palmada interna ante el recuerdo, pero igual respondió

- Era tal cual me vez, solo mas pequeño, al menos eso creo -respondió ante la sonrisa despistada de la española, bastante divertido - La cosa es así, grazzie bella -respondió mientras meditaba en que otra cosa podía cuestionar - ¿Te gusta el tomate? -es que para el pobre chico eso era imprescindible, así que tenia que sacarlo a colación, si la respuesta de la chica era afirmativa el mismo le haria algo delicioso un día de estos

Se mordió el labio inferior en el momento que vio el sonrojo de Lovino intentando por todos los medios impedir saltar sobre él y abrazarlo con fuerza mientras restregaba su mejilla con la de él. Pero no lo hizo. Por muy tierno y adorable que pareciese, el tiempo le había demostrado que las apariencias engañan aunque estaba segura de que si volvía a verlo tan adorable no dudaría ni un segundo en hacer lo dicho.

Quitó su sonrisa tonta en el momento que escuchó su pregunta y en un acto reflejo se relamió los labios-¿Bromeas? Eso ni se pregunta-sonrió mentalmente al imaginarse un gran y rojo tomate, se veía delicioso en su imaginación, lástima que no fuese real-No hay nada mejor que buen tomate, ni siquiera la patata alcanza la belleza, la textura y el sabor del tomate...-se cacheteó mentalmente, seguramente habría estado patética pero es que buen tomate se merecía esas palabras y más.

-Mejor dejo de preguntar por cuando eras pequeño o te abrazaré con fuerza y restregaré mi mejilla con la tuya diciendo lo adorable que eres-admitió con una sonrisa sincera-¿Cuál es tu especialidad?

Oh... sus palabras eran música para los oídos del italiano, estaba a punto de abrazar a su camarada, ella pensaba excatamente igual con respecto al sagrado alimento, de manera que entonces si podría hacer algo que supiera cocinar -digase pasta- y ofrecerle como gesto de buena voluntad, definifitivamente se parecía mucho a Antonio... de seguro que no le molestaría un abrazo suyo, aunque quedaría aturdido por un par de horas(?)

Estuvo de decir otra cosa cuando su pregunta lo tomo desprevenido ¿especialidad? -Pues... la verdad no me considero especial o experto en nada -admitió algo cabiz bajo, tratando de no perder la sonrisa u algo por el estilo - Asi que no sabría como responderle, señorita Isabel -exclamó alzando la mirada y clavandola en las verdes orbes de la española

A ver... ¿Cuál es tu especialidad? -preguntó devolviendo la cuestión, mientras continuaba contemplandole

-Seguro que tienes alguna, todo el mundo tiene alguna aunque crea que no-le dijo sonriéndole. Estaba segura de que él tendría más de una habilidad y de que no se daba cuenta de ello-¿La mia? Supongo que la lucha cuerpo a cuerpo y a poca distancia-le contestó señalando sus dos hachas. En cuanto lo que a lucha se trataba se le daba mejor la lucha con sus amiguitas, las hachas, porque, sinceramente, era pésima en la lucha a larga distancia-Entonces dime, ¿cuál es tu especialidad Lovi?-le preguntó sonriente como si lo conociese de toda la vida aunque lo apenas recién lo conoció.

No dudaba de sus palabras, Isabel podría ser muy hermosa pero se veía como una chica fuerte, recordó fuzgamente como Antonio pateaba traseros extranjeros cuando quería, y mas con su súper jodida hacha, así que si eran hermanos era probablemente lo mismo... Vaya, esa imagen mental tardaría en irse de su cabeza

- Bueno, en ese caso creo que me ire por lo mismo, lo único es que yo si soy bueno con corta distancia, aunque no lo creas estos nenes -alzó sus puños con orgullo - me han salvado mas de una vez, así que opto por ellos -bufo de forma divertida, podría dar tundas a quien el quisiera cuando quisiera si eso se proponía

- Muy bien... ¿A ti te va eso de las siestas como a Antonio? -mas de una vez había pillado al bastardo dormido cuando lo necesitaban y eso hacia que el italiano controlara todo el barco, cosa que obviamente siempre acababa en desastre

Lo anotó mentalmente: "Las apariencias engañan, y más en Lovino". Porque, por alguna extraña razón, sabía que no sólo engañaban en cuanto a su fuerza sino también a su personalidad, porque casi nadie era tan educado siempre y sentía que, seguramente, le gustase mucho ligar o que cada insulto conocido saliese de sus labios. Rió mentalmente, ya estaba haciendo conclusiones sin conocerlo del todo, lo cual no era muy aconsejable cuando recién conoces a alguien.

Le miró algo extrañada ante su pregunta.-Claro que sí, es lo más normal del mundo. ¿No es mejor dormir en un sitio fresco, para que luego a la noche puedas quedarte hasta más tarde, que no dormir y pasar calor?-le contestó con otra pregunta como si fuese lo más obvio del mundoEn casa teníamos la costumbre de respetar todos la hora de la siesta, quizás por eso ambos aún tenemos esa costumbre...-agregó con una leve sonrisa al pensar que su hermano aún guardaba aquella costumbre y al recordar distintos momentos en la "hora de la siesta" en su casa, con toda su familia al completo...-¿Tú nunca te has echado una siesta?-le preguntó curiosa.

Le dieron ganas de reír la forma en que lo preguntó, pero se aguanto por el hecho de recordar las veces en las que Antonio se echaba siestas en los momentos poco adecuados, apretó los puños mientras una vena le hacia presión en la sien, pero definitivamente no permitiría que ese tipo de cosas le pertubasen en esos momentos, que absurdo, y menos frente a Isabel - Si, algunas veces, cuando puedo y hace frío -dijo sin darle mucha importancia al asunto

- Las costumbres familiares no se pierden -ese comentario aunque fuera propio le hirio un poco, preguntandose como estaría sus hermanos ¿estarían bien? algo de melancolía apareció en su rostro, pero luego la borrró con una sacudida de cabeza rápida, no había porque preocuparse por eso en esos momentos, estando bien como lo estaba

- Bien Bel -por alguna razón, quiso recortar su nombre - ¿Que tal aguantas el licor? -preguntó con una sonrisa ladina

Spoiler:

Estuvo a punto de preguntarle exaltada que qué era eso de dormir cuando frío. ¿Acaso estaba loco? La siesta de dormía en verano justamente porque no sufrían el riesgo que padecían al dormir en invierno y porque, al dormir en las horas más calurosas y menos usadas del verano, luego cuando refrescaba en la noche podrían estar totalmente despiertos y avanzar. Esos eran algunos secretos de la misericordiosa diosa siesta(?).

Pero guardo su comentario sobre la siesta al oírlo mencionar las tradiciones familiares con un tono bastante melancólico. Demasiado para su gusto. Haciendo que la española se preguntase por la familia del italiano.-Si, supongo que tienes razón...

Rió un poco cuando la llamó acortando su nombre y llamándola "Bel", en verdad era la primera vez que la llamaban así y no le molestaba en absoluto-¿Bromeas?-alzó su mano derecha al tiempo que hablaba-Se pueden contar con sólo los dedos de esta mano las veces que me embriagué considerablemente, y creeme cuando te digo que sólo el tomate supera al alcohol y que tomo ambos a cantidades-admitió con una sonrisa algo autosuficiente. No mentía, tomaba mucho alcohol al igual que muchos tomates y sólo en su comienzo más alguna que otra vez que se emborrachó conscientemente había sucumbido ante sus efectos. El resto de veces por mucho que bebiese no le afectaba.-Y dime Lovi- le miró a los ojos sabiendo que este siempre solía ser un tema difícil del que hablar...-¿Tienes familia?

Spoiler:

Olvidó de momento su pequeña etapa de melancolía cuando escuchó las palabras de la española, podría ser mercenaria todo lo que dijera pero la verdad, aunque fuese una chica fuerte a sus ojos era adorable, las mujeres en ese mundo no podían ser débiles puesto que pocos eran como él, mejor dicho, que se detenían cuando de una dama se trataba, así que por un momento sonrió pensando en Isabel bebiendo... si ya Antonio tenía un aguante bueno seguro que ella también, así que no dudaba de su afirmación.

- Je, te creo Bel - respondió mientras se recostaba más a su asiento... y luego palideció al escuchar su pregunta. demonios ¿que si tenÍa familia? vaya que si la tenía, y era un montón si se lo preguntaban a él, aún así no le gustaba mucho sacar el tema a colación, por lo que decidió decirle la verdad a medias, aquél no era un asunto de suma relevancia, o al menos eso era lo que el italiano quería aparentar - Si tengo, pero hace mucho tiempo que no sé nada de ellos - "el mismo tiempo que llevo aquí con tu hermano" quería agregar, pero realmente eso no venía al caso.

Bajo la mirada un poco pero trató de no perder la sonrisa para no incómodar a la chica, diantres, al parecer aun esas cosas le afectaba, y él que se hacía el fuerte... bueno, eso ya tendría su solución algún día, o al menos eso quería creer - ¿Tu aparte del bas... -mierda, de nuevo - de Antonio tienes más familia? -cuestionó, mas o menos se hacía idea de la línea filial de Antonio, pero aun tenía sus dudas.

-Seguro que tarde o temprano los volverás a ver, claro, si eres tú quién quiere verlos y ellos a ti-le dijo intentado decir que por mucho tiempo que llevasen sin verse algún día lo harían al igual que ella logró ver de nuevo a su hermano.

Se quedó pensativa y llevó de nuevo su mirada al mar ante la pregunta.-Sí, o bueno, eso quiero creer. Hasta donde sé-"y quiero saber" estuvo apunto de añadir- aparte de mi Antonio sólo tengo una prima y mi madre.-"que ojalá la encuentre pronto y con vida". Se había tentado en añadir varias cosas pero sabía que era mejor no hacerlo sino querían llegar a temas delicados.-Bueno, dejando los temas familiares un poco de lado anoser que quieras que me vuelva melancólica ahora-le volvió a mirar con una pequeña sonrisa-Supongo que ahora es mi turno de saber cuál es tu aguante del licor, ¿no?

Asintió cuando le pidió que dejaran los temas familiares de lado, en fin, el ya hallaría la forma de encontrarse con sus hermanos de nuevo sin ser acusado de traición o algo por el estilo, por algo era italiano(?) además, tenía suficiente cerebro como para hacer algo como eso - Que tal aguanto el licor... -recordó sus días de aquello.

... Joder, era un asco total aguantando el licor, una botella y ya estaba diciendo puras incoherencias

- Pues verás Bel, no me gusta mucho que digamos -"mentiras, no aguanto una mierda" pero era mejor mentir suavizar la realidad que humillarse frente a la dama allí presente -pero... supongo que bien, nada del otro mundo - trató de quitarle importancia al asunto haciendo un gesto con la mano mientras miraba a otro lado - En fin... ¿te parezco aburrido? -quisó saber por pura inercia, después de todo media tripulación le odiaba por su caracter, así que mejor saber que pensaba la española antes de que fuese muy tarde