Subastando un Italiano ~libre~

No despego la mirada de aquel punto imaginario. En cierto momento llegó a pensar que el castaño no volvería a hablarle. Idiota, eso era. Jamás debió trantarlo así... De pronto unos brazos le envolvieron a la mitad del cuerpo. Ciertamente lo tomaron por sorpresa pero trato de mantenerse tranquilo, aunque eso no fue impedimento para que la sangre se le acumulara en las mejillas.

-Feliciano- llamó al muchacho para que le prestara atención. -¿Puedes soltarme, por favor?- Pidió de la manera más amable. Ese tipo de gestos y cariños no le gustaban mucho. No estaba acostumbrado a recibirlos. Lo dejó estar así unos minutos y después lo separó, tomándolo por lo hombros.

-Bien, es tiempo de ir al barco- Afirmó verificando la hora en su reloj de bolsillo. -Ahí podrás cambiarte en mi camarote, no te preocupes, habrá tiempo para buscar otras cosas- Comenzó a caminar hacia el puerto. Esta vez tomarían un atajo menos atestado de personas.

Se abrazó con más fuerza a el cuando le pidio que lo soltara, había dicho por favor, así que eso no era una orden ¿cierto? además, se sentía seguro de esa forma, tenía mucho que no se sentía de esa manera, así que trato de prolonga el contacto lo más posible. Con todo se soltó docilmente cuando el otro lo separo de su cuerpo, tampoco era cuestión de abusar de su suerte no aun .

Grazie murmuro suavecito cuando el otro comenzó a avanzar ahora si en dirección al barco, estaba agradecido con el hombre que al final lo mando con Ludwig, pero aun con este por dejarlo quedarse con el. Se dio prisa en no quedarse atras.

Al parecer por ese camino no había tantas personas, pero igual se agarro con fuerza del brazo del más alto. En parte aun buscando esa sensación de seguridad, en parte para no perderse, y en realidad simplemente porque le gustaba ir de esa forma.

Le era un tanto difícil caminar con Feliciano pegado como chicle a su brazo, pero lo dejo asi, aunque de vez en cuando la gente volteara a verlos raro. Poniéndolo nervioso, más lo ocultaba bajo su típica expresión indiferente. Descendieron por varias calles y corredores, sin ningún contratiempo como el anterior o de cualquier otro tipo.

A lo lejos y por encima de algunos tejados logró visualizar las primeras velas de los barcos. Unos pocos metros de camino y llegarían a su destino.

Rápidamente anduvieron, evadiendo a los vendedores, personas y el que se les atravesase enfrente. Evitando también que el otro curioseara por las chucherías. Además, pronto anochería y quedarse allí no era de las mejores ideas que a uno se le pudiese ocurrir. -Aquí es- Anunció Ludwig al muchacho, señalando un barco sumamente cuidado y limpio, a comparación de los que lo rodeaban. El capitán llegaba a ser un fánatico de la limpieza y la perfección, y eso se reflejaba en el navío, claro, aunque también en su manera de vestir y actuar.

Subieron por una rampa hecha de madera. La mayoría de la tripulación ya se encontraba reunida. Algunos descansaban o conversaban tranquilamente. -¡Zarparemos por la mañana! ¡Y quiero los informes, hemos terminado por hoy!- Ordenó para después retirarse hacia su camarote, jalando a Feliciano. Después lo presentaría con sus subordinados.

No tuvo más tiempo de seguir curioseando los alrededores, puesto que el otro lo había guiado hasta el lugar en que estaban anclados los barcos aprisa, esquivando personas y puestos, al parecer las personas detectaban en el un aura de autoridad, puesto que la mayoría se apartaban para dejarlos pasar, aunque unos cuantos se les quedaban viendo despues.

veee~ observo bastante maravillado el barco, era mucho más grande que en el que había estado antes, además de bonito, aunque quiza le hacia falta algo de diversión.. Subio con el a cubierta y aunque se encogio un poquito cuando lo oyó gritarle a sus subordinados, no temblo ni lloro, todo un logro.

Sonrió entusiasmado cuando vio como todos se apresuraban a obeder a su capitan mientras el era halado rumbo a lo que suponía sería el camarote de Ludwig... bueno, le había dicho que le iba a permitir cambiarse ahí. Dio un par de saltitos cuando estuvieron frente a la puerta ¿Que tipo de lugar sería?

Veee~!!! apenas el otro abrió la puerta se apresuro a entrar viendo alrededor, era un lugar muy amplio y estaba más ordenado incluso que el resto del barco, lo que le parecía dificil de creer ¿En serio es solo tuyo? volteo a verlo aun emocionado por el lugar tan amplio y bonito.

Cerró la puerta detrás de si para encontrarse con el rostro emocionado de Feliciano, al parecer de verdad le gustaba mucho ese lugar. -Si- Contestó algo seco. Bueno, tampoco iría por allí presumiendo sobre ello. Se acercó a un pequeño escritorio y deposito su saco sobre la silla de manera pulcra, al igual que la pistola y su espada. Revisó algunos papeles que dejaron en la mesa leyéndolos tranquilo, dando de cierta manera permiso al muchacho para que reconociera la habitación.

-¿Qué te parece?- Cuestionó al castaño dejando de lado las hojas. -Te quedarás conmigo y... al parecer tendremos que dormir juntos- Comentó sin pensar muy bien en lo último, hasta ahora no le había por la cabeza ese hecho. No tenía nada de malo, simplemente ya estaba acostumbrado a dormir solo y tal vez también Feliciano, seguramente la idea no era muy de su agrado. -No te preocupes, mañana mismo buscaré un espacio donde puedas descansar y no estarás incómodo- Agregó al instante.

Recordó entonces que el más jóven debía cambiarse de ropa, por lo que tomó el pomo de una puerta continua que daba hacia lo que era un pequeña estancia donde guardaba mapas, entre otros objetos y además donde realizaba los trazos de sus rutas. -Te dejaré solo para que puedas desvestirte y ponerte el pantalón- Acto seguido desapareció detrás de la puerta

Se asomo un momento sobre su hombro cuando levanto los papeles, pero no le parecío lo suficientemente divertido por lo que casi de inmediato se movio a curiosear el lugar por encima, si en verdad iba a quedarse ahí con el capitan entonces ya tendría tiempo de curiosear más después.

Es muy grande no le ocurrió en ese momento que más decir ... Volteo a verlo un poco sorprendido, ¿en verdad iba a dejarlo dormir con el en esa cama grande y bonita? Se emociono por la simple perspectiva, pero su emoción se fue cuando el otro aseguro que al día siguiente le conseguiria donde dormir, se preguntó brevemente a donde iría a mandarlo a dormir...

Y antes de que dijera algo más fue dejado solo para que se cambiara, observo el pantalon que aun tenía entre las manos...bueno, era mucho mejor que lo que llevaba puesto, se dio prisa a desvetirse y ponerse el pantalon, aunque como no tenía una camisa se dejo el torso al descubierto.

Una vez cambiado se apresuro a abrir despacito la puerta en busca de Ludwig, no le gustaba estar solo y quería además mostrarle que la prenda le había quedado bien.

Levantó la vista de los mapas cuando escuchó el leve rechinido de la puerta al abrirse. Una cabeza castaña y el extraño rulito fue lo primero que se asomó en el resquicio, para después dejar paso a el cuerpo completo del muchacho, quien ya lucía los pantalones recien adquiridos. Sine embargo no se fijó que Feliciano estaba desnudo de la cintura para arriba, si no hasta que su orbes azules se deslizaron deteniendo su paso unos segundos. Los apartó al reparar en su pausa.

Carraspeó un poco para luego hablar. -... Hiciste una buena elección- Halagó regresando la mirada a sus cosas y realizando alguna que otra anotación ignorando un tanto al otro. -Siéntate- Dijo luego de un rato ofreciéndole con la mano la silla frente a su escritorio. Ahora que estaban solos podría averiguar un poco más de el.

-Dime Feliciano, ¿de dónde eres?- Preguntó observándolo discreto y atento al mismo tiempo

Se sonrojo cuando notó que estaba siendo objeto del escrutinio del aleman, sabía que no era grande ni fuerte como el por lo que no le gustaba demasiado que lo miraran así, de tdos modos logro quedarse quieto hasta que el otro giro la cabeza y regreso a sus papeles.

veee? se acerco un poco a ver si podía averiguar lo que estaba haciendo que lo tenía tan entretenido, quiza estaba haciendo cuentas para comprar pasta(?), pero a primera vista no entendio nada de lo que había ahí así que simplemente se sento haciendo una mueca por lo de su elección...aunque no lo pareciera el había sido un ass de los vestuarios...cuando era apenas un niño, aunque luego de eso no hubo mucho de donde escoger.

Interrumpio su linea de pensamientos cuando le hicieron una nueva pregunta El lugar con la mejor pasta del mundo abrio grandes los brazos como si quisiera abarcar el mundo con ellos Italia sonrio entusiasmado al pensar en su país, la pasta no era lo unico genial que tenía.

El alemán atisbó a ver como Feliciano alzaba los brazos totalmente extendidos, casi como si quisiera acaparar algo enorme con ellos. Aunque en principio le pareció exagerado su gesto una pequeña sonrisa apareció en sus labios, tal vez porque la felicidad irradiada por el menor era contagiosa o simplemente le causo gracia su manera de expresarse, sea cual sea la razón la ocultó. -Ya veo, entonces eres italiano- No era una pregunta sino una simple afirmación.

-¿Y que hay de tú familia?- Sabía que no era una pregunta fácil de responder, más extrañamente quería conocerlo mejor. Podría decirse que le picaba la curiosidad.

Antes que Feliciano le contestara se levantó pidiéndole unos minutos. Salió de la habitación rápidamente y al regresar traía consigo una camisa suya y tendérsela a su acompañante. - Supongo que te quedará grande... pero no creo que quieras resfriarte- Dijo un tanto acongojado. Después le pidió que respondiera a su pregunta anterior.