Porque el hambre mueve montañas...y barcos [Libre]

Salio a la superficie para tomar aire. Llevaba varios dias nadando ya que todavia no pertenecia a ninguna tripulacion y ese era la unica forma de moverse de un sitio a otro. Habia seguido un camino que los barcos siempre usaban para luego poder quitarles algo de comida. Durante el camino se habia alimentado de algas y de algun pez que habia cogido por ahi, pero su cuerpo le reclamaba tambien comida "normal", pero todavia no habia encontrado ningun barco. De repente un escalofrio le reocrrio la espalda y se volvio a sumergir. Solo le pasaba eso cuando un barco se acercaba y tal vez podrian reconocerla. Estaba orgullosa de ser sirena, pero preferia mantenerlo en secreto. Se mantuvo sumergida a un altura donde ella podria ver el barco pero los del barco no la veian. Esperaba que fuera algun barco mercante. esos siempre llevaban comida.

-Schulz, perra del demonio, me estas escuchando-dijo el Capitán del barco donde me había subido, luego de que yo hubiera olvidado limpiar la cubierta. Suavemente moví mi cabeza, girando mi cara para encararlo. Realmente el tipo no me agradaba, pero era un buen bocadillo, y había pasado días desde mi ultima comida demoniaca.

-Por si no te acuerdas Jacob, yo en tu barco no are nada solo subí por que se me pego la gana- dije mientras con mi usual rapidez agarraba un cuchillo de su mesa de noche y lo tiraba para que quedara clavado sobre su cabeza- yo no te necesito tu me necesitas a mi, entendido, fácilmente la próxima vez el cuchillo podría terminar unos centímetros más abajo.

Salí de la habitación de "mi bocadillo" haciendo resonar mis pasos y escuchando las maldiciones de Jacob, salí a cubierta donde más de un tripulante se me quedo viendo, me recosté por la barandilla y con un gran salto me tire por cubierta, era hora de pescar la cena para esos inútiles. Cuando mi cuerpo callo al agua, esta no hiso ruido alguno era como nada hubiera caído. Con mis manos nade hasta lo más profundo, para luego agarrar un pez que murió inmediatamente cuando lo toque, y volver a la superficie.

Al salir a la luz, pude ver a algo nadar muy cerca de mi, y un aura que era extraña, no podría decir de que pero, podía ser o un ciclope marino, una sirena o algún otro moustro de las profundidades.
-Sal de ahí si no quieres que contamine el agua para que mueras- dije mordazmente a la nada, mientras esperaba que mi acompañante se mostrara.