Buscando pleito ~libre~

No estaba seguro de como se había metido en eso. Habían tocado puerto un par de días atras y desde entonces se había dedicado mayormente a vagabundear por ahí. Visitaban una ciudad nueva y todo lo que había atraía su atención. El día anterior lo había pasado en el mercado curioseando entre extraños artilugios que solo se podían conseguir en ese continente.

Así que luego de asegurarse ese día que alguien se ocupara del navío, había comenzado a recorrer la zona donde habían desembarcado, caminaba a paso seguro por el puerto, dandose el aire de importancia que tener su propio barco le merecía.

Fijate por donde caminas idiota Había chocado casi de frente con algun hombre de rasgos toscos y gran altura como casi todos los que estaban ahí. Se soprendió un poco al ver que en lugar de retroceder el hombre sacaba de entre sus ropas un sable largo de apariencia peligrosa ¿Quieres luchar? El hombre le respondio algo en un idioma que no logro entender Venga pues pelea.

Saco así mismo su hacha tomando una posicioón de defensa, esperando por el ataque que no tardaría mucho en caer, no era tan malo, tenía muchisimo que no entablaba un buen combate y de paso podría aprender como peleaban los chinitos estos.

El albino había ido a dar a un puerto de Africa por su más reciente trabajo y en aquellos momentos buscaba algún barco que lo llevara de vuelta a Europa, para más exactos Prusia, hacia tiempo que no regresaba a su hogar y aunque no le pareciera la idea más asombrosa odiaba tener que pagar por habitaciones, las cuales en definitiva no eran dignas de su tan genial persona. Al menos en su país natal contaba con una pequeña casa la cual había comprado no hacía mucho.

Piyo~Piyo~- escuchó a su pequeña avecilla piando con alegría, siempre le gustaba ir sobre su sombrero observando desde arriba.

Caminó dando pasos firmes entre el montón de gente que iba de aquí para allá, algunos de ellos eran piratas que cargaban con provisiones los enormes barcos varados en el muelle y otros más bebían cerveza mientras hablaban a viva voz con sus colegas. Sonrió altanero el de ojos carmesí pensando que aquellos pobres tontos acataban las órdenes de un idiota que se hacía llamar "Capitán", se alegraba de ser un simple mercenario ya que a pesar e recibir órdenes ganaba un buen dinero por ello.

Se paró unos instantes debajo de un techo, hacía demasiado calor y el grandioso Gilbert Beillshmidt no estaba acostumbrado a ese tipo de clima, se quitó el sombrero y Gilbird revoloteó algo molesto por la acción de su amo.-He, lo siento Gilbird- dijo posando una de sus manos en la nuca. Entonces, escuchó lo que al parecer sería una pelea interesante y se acercó.

-Un poco grande para tí, ¿no crees? Kesese- se burló del de peinado extraño al comparar a su combatiente

Desvió la mirada buscando a la persona que había hablado, aunque de reojo seguía observando a su "contrincante" Por su puesto que no es demasiado grande para mi Se irguio cuan alto era Y aun si lo fuera a ti porque tendría que importarte eh? Se dirigió directamente al hombre de cabellos y blancos y ojos rojos que había hablado antes.

Dio un paso atras al tiempo que el otro hombre al parecer aburrido por su distracción, se lanzaba contra el A menos que tambien quieras una pelea Dejo de verlo para concentrarse en la lucha simplemente esquivando los embistes del más grande Suficiente Saco su hacha y luego de esquivar un nuevo puñetazo, regreso el golpe con el mango de su arma, pegando directamente bajo el esternon y dejando al otro en el suelo sin aire. Parece que no hay nada interesante por aquí tampoco

Camino tranquilamente hacia el desconocido que había dudado de sus habilidades ¿Decías?

Gilbert observo con detenimiento al de pelo rubio. A lo sumo solo le rebasaba por 3 o 4 centímetros en altura, pero eso no era nada. El definitivamente era mucho mejor, ¡por supuesto! ¡No dudaba de ello! El de cabello raro buscó con la mirada quien había hablado hasta toparse con la suya. Solo sonrió egocéntricamente.

-No es que me importe, simplemente doy mi punto de vista- rió un poco al notar como el grandulón con cierta torpeza intentaba golpearlo.

A su alrededor se había formado un pequeño grupo de gente que vitoreaban. Mientras tanto el albino solo se cruzó de brazos y continuó viendo los fallidos intentos del de facciones toscas para propinarle un puñetazo. Fue entonces cuando el rubio se cansó y sacó una enorme hacha de solo él sabrá donde. Lo último que vio fue al hombre tirado en el suelo retorciéndose de dolor.

-Linda hacha- dijo cuando notó al otro acercándose -Pero no tanto como mi espada- Tomó el mango del instrumento y lo sacó velozmente para ponerlo justo frente a él apuntando con el filo directamente al pecho.-¿Por qué no una pelea "amistosa"?-

Me pregunto que entiendes por amistosa empujo el filo de espada hacia un lado con su hacha, mientras una sonrisa suficiente llenaba su rostro Pero si quieres pelear, solo asegurame que no eres tan inutil como ese de allá señalo al hombre caído Vine aquí buscando algo divertido y no eh podido encontrarlo

Dio un par de pasos atras para poner algo de espacio entre ambos mientras alzaba su arma y tomaba una posicion de defensa, estudiando con cuidado al peliblanco ¿Entonces que dices? hizo señas de que se acercara ¿Crees poder ser un buen rival para mi?

-¿Inútil?¿No ser un buen rival para tí?- Gilbert se enojo un poco, esos adjetivos no calificaban a su personalidad tan única y obviamente la más asombrosa.

Lanzó su sombrero, no queria que terminara arruinado, más le valía prevenir que lamentar. ¡Piyo, Piyo, Piyo~! Su avecilla piaba entusiasmada para animar a su dueño mientras se posaba en un buen lugar para observar. Al igual que su contricante se puso en guardia. Normalmente le gustaba lanzarle primero, pero dadas las circunstancias de no conocer muy bien el método de pelea del otro prefirió ser paciente solo por esta vez.

-¡Anda! ¿qué esperas o me tienes miedo?- le hizo un poco de burla para ver si lanzaba su ataque.

De pronto se le ocurrió una idea -Como veo que tienes cara de ser capitán ¿qué te parece una apuesta?...Si yo gano me llevas en tu barco al destino que yo desee sin que te pague nada y si tu ganas pues, estoy totalmente a tus servicios para realizar cualquier trabajo- sabía que tenía posibilidades de perder pero en aquellos instantes rebozaba de pura confianza, más aparte su enorme ego.

¿Miedo yo? puso una perfecta expresión de incredulidad Miedo es lo que debes sentir, luego de ver mi superior forma de luchar Normalmente no lo pensaría dos veces antes de lanzar al ataque, pero el hombre ante al tenía la palabra "peligro" grabada en cada uno de sus movimientos. No pudo sino ensanchar más su sonrisa, al fin algo interesante.

De modo que sabes distinguir la grandeza de un capitan cuando lo vez Habló de forma altanera, no tenía parecía tener nada que perder, en el hipotetico caso de que perdiera, no tenían fijo su siguiente destino, de modo que a donde quisiera ir aquel era un lugar tan bueno como cualquier otro; y cuando ganara, porque no le quedaba ninguna duda que podía con el, tendría a un mercenario dispuesto a encargarse de algun asunto por el de forma gratuita Acepto

Se estaba impacientando, quería atacarlo de una vez para terminar rápido con esto e irse de ese maldito puerto y el calor que lo sofocaba. Entonces si el otro no estaba dispuesto a empezar, ¡él lo haría!

Lanzó una primera estocada para ver su reacción y la manera en como se defendía, fue un primer movimiento tonto pero era divertido ver como evitaba que la punta de la espada le alcanzara. Rió un poco. Normalmente sus víctimas huían o algo por el estilo para no ser asesinadas pero el detenía el ataque con su hacha.

-Oh vamos ¿es eso todo lo que tienes?- simuló un bostezo como quien esta sumamente aburrido y sin absolutamente nada que hacer. Continuó un rato más lanzando estocadas sobretodo cuando bajaba un poco la guardia.

Observó como el otro se dejo ir contra el, y bloqueo el ataque con su hacha. Con que si eh... Fue lo último que pudo decir antes de tener que limitarse un poco a esquivar sus estocadas, el tipo era realmente bueno con la espada.

Esto no es más que el calentamiento presumió ¿O es que tu ya estas cansado? Lo vio bostezar y aprovecho el momento para lanzarse contra el, cambiando la situación, esta vez lanzaba el los ataques y al otro le tocaba esquivar. Un grupo de personas aun más grande que en la pelea anterior se había formado a su alrededor animando a ambos combatientes y apostando a favor de uno u otro.

Blandía su arma de un lado al otro, atacandolo con los filos que estaban a ambos del mango, sin darle oportunidad más oportunidad que la de retroceder para evitar ser tocado por el filo del arma.

De un momento a otro la cosa cambió para el pruso, ahora era él quien esquivaba el arma de doble filo. Le dolía el orgullo, pero debía admitir que era muy veloz con esa hacha a pesar de verse enorme y pesada.

-¡Apuesten por Gilbert!- soltó ruidosamente para que todo los presentes le oyeran aprovechando un espacio en el que el otro dejó de intentar rebanarlo por la mitad.

Arriba en un tejado el pequeño pajarito amarillo batía sus alas como echando porras, lo que le sacó una sonrisa presuntuosa. De nuevo el hacha pasó rozandole la camisa cerca de la cintura y justo cuando el instrumento se alejaba para tomar nuevamente impulso tomó fuertemente el mango de su espada con la mano derecha y atacó al otro directamente. Como resultado dejó una pequeña rasgadura en la ropa del capitán.

-Si esta no fuera una pelea "amistosa" ya estarías muerto- en su mirada se reflejaba las ganas de haber hecho un corte profundo más sin embargo se contenía ya que si lo asesinaba entonces, ¿quién lo llevaría?

Oye tu, que esa era mi camisa favorita! Se quejo halandola un poco por el agujero y con una gran sonrisa en los labios, siempre había querido intentar a decir algo así, el unico que realmente había logrado tocarlo durante una pelea había sido el sueco, con ese no podía podía ni bromear.

Si fuera una pelea seria, creo que ninguno de los dos estaría hablando Se movio hacia un lado y jalo su camisa con fuerza para terminar de trozarla y quitarsela de encima, dejando al descubierto su torso. Así será mejor Sonrió altanero.

El otro era muy rápido, sabía que a el el peso de su arma le restaba velocidad, pero hasta ese momento no había tenido ningun problema con eso. Dio un corto paso atras para reafirmarse y volvio a embestir, lanzando su hacha de frente y buscando golpearlo con la punta del mango en las piernas de forma que pudiera restarle algo de movimiento.

-Un movimiento algo desesperado, ¿no?- se burló el prusiano al notar el hecho de que su contricante intentaba por todos los medios golpearle en las rodillas para que perdiera el equilibrio y cayera.

Caminó para atrás evitando por todos los medios tropezar. Llegó un punto en que se quedó sin salida al estar un corro de gente alrededor. -¡Agh, demonios!- se quejó por el poco espacio restante que quedaba para pelear. Blandió un poco su espada buscando una posicióon cómoda y así tener un buen ángulo para atarcarlo directamente.

-¡HA!- exclamó de pronto. Alzó el arma sobre su cabeza y la dejó caer directamente sobre el capitán estando a escasa distancia...

Un movimiento de estrategia, no de desesperación siguió atacando hasta que logro acorralarlo, ya estaba, eso sería todo. Había sido divertido, pero muy rápido penso fugazmente. Esto acaba ... Estaba por dar el último golpe cuando lo vio abalanzarse sobre el con la espada en lo alto.

¡¡Helvede!! Sitió el arma caer sobre su cabeza y se agacho ligeramente alzando el hacha con ambas manos para bloquear el ataque con el mango. Ese segundo de distracción le estaba costando caro.

La multitud seguía gritando animando a uno y a otro, especialmente ahora que parecía que las cosas se ponían más serias. Alcanzó a oír a alguien que a postaba en su contra en el segundo exacto en que se doblaba para recibir el golpe, Ja, imbéciles ¿pensaban que iba a perder con tan poco?

Luego de recibir el golpe torcio los brazos de tal forma que desbalanceo la espada que estaba apoyada contra su arma No ganaras al rey empujo con fuerza el hacha, empujando al mercenario al otro lado del circulo de mirones y poniendose rápidamente de pie de nuevo.

Para su mala suerte el chico de peinado extraño logró meter su hacha para protegerse del certero golpe de su espada. Se mantuvieron forcejeando unos segundos para ver quien cedía primero.

-¡Kesese! ¿A qué soy genial?- se hizo escuchar por encima de los vitores de la multitud. Confiado de que ese sería el último movimiento del capitán dejo de aplicar tanta fuerza, lo que ocasionó que el otro se aprovechara de ello y desbalanceara su arma.

Inmediatamente fue a dar contra el suelo y escuchó la risa de unos estúpidos detrás suyo. Por lo que volteó y les dirigió una mirada cargada de ira. Después regresó la vista al frente y se encontró con el hacha casi rozándole la punta de la nariz.-Esto no termina así como así- dijo impregnando fuerza a cad palabra, demostrándole de esa manera que aun no se rendía. Aun estando sentado en el piso, levantó su espada apuntando al rubio y enseguido comenzó a levantarse observando a su contricante por si se le ocurría atacarlo allí

Eso es justamente lo que espero lo vió volver a levantarse y ponerse en guardia, hacía mucho que no disfrutaba de un combate como lo estaba haciendo en ese momento. Alzó su hacha por sobre su cabeza, analizando la postura del otro, en busca de algun punto punto débil hacia el cual atacar, pero de primera vista al menos no localizaba ninguno.

Maldito calor Su respiración estaba ya muy agitada y podía sentir su corazón retumbando fuertemente en su pecho y las gotas de sudor que escurrían a lo largo de su torax desnudo e iban a parar al borde de sus pantalones (sorry por eso... no pude evitar la imagen mental)). No iba a aguantar mucho más, el estaba hecho para un clima más fresco, no para ese calor sofocante.

Se lanzó en un último ataque, iba ya por el todo o nada, sabía que era arriesgado, pero no iba a durar mucho más y apesar de que el otro era un gran espadachin, confiaba en sus habilidades para la lucha.

Si, se encontraba totalmente sofocado por el jodido calor de aquel puerto, pero eso no importaba ahora, ¡debía ganar o nada! Rápidamente se levantó y se sacudió el polvo. Levantó la mirada y examinó a su contricante, quien igualmente lo observaba y en cierto punto sus ojos se toparon, por lo que Gilbert le dirigió una sonrisa desafiante, como invitándole a proseguir.

-Debo admitirlo. Eres digno de pelear con mi grandiosa persona- Soltó de repente, mientras respiraba pesadamente y con la palma de la mano libre se limpiaba el sudor de la frente.

De nueva cuenta retomó su postura de combate. Fuera o no su imaginación alrededor de ellos todo mundo había caído en un silencio extremo y dejando flotar por el ambiente esa extraña tensión entre el albino y el rubio. Miró de reojo y comprobó con total exactitud como la mayoría contenía la respiración....De pronto y antes de poder soltar cualquier comentario, el más alto se lanzó contra el.

En un principio no hizo nada para ir a encontrarse con el. Se quedó allí, esperándole y justo cuando estuvo lo suficientemente cerca para golpearle con el hacha, Gilbert la evitó desviándola con la espada poniéndole toda la fuerza que le restaba y para terminar con el, alzó la pierna golpeándole directamente en el estómago. Al verlo aturdido y con un simple movimiento volvió a apuntar con la punta de su arma al pecho de este. Con un brillo de orgullo en las orbes. -Entonces, ¿cuándo zarpamos?-

(Disculpa la tardanza Yuki-sempai, pero bueno al fin postee...oh y gracias por la linda imagen mental(?) x´DD)

Mientras se lanzaba contra el, pudo notar que el "público" se quedaba en completo silencio, como si supieran que el combate se definiría en ese último movimiento, aunque quizá no era más que la adrenalina bullendo en sus oídos, bien, lo que fuera no era realmente importante. Se dejo caer sobre el otro, pero el peliplata lo detuvo con su espada y antes de que pudiera reaccionar para redirigir su ataque o armar su defensa, un fuerte golpe fue atestado en su estomago, tumbandolo en el suelo y dejandolo casi sin aire.

.... observó con ojos rencorosos al otro mientras lo oía hablar sobre partir, no podía admitir una derrota tan humillante como esa, pero lo cierto era que se encontraba bastante sofocado, aun así una sonrisa divertida se asomo en su rostro mientras estiraba una de sus largas piernas y la usaba para derribar al otro junto a el Creo que no acordamos nada en caso de empate afirmo el mango de su hacha contra el suelo, más que nada para darse sosten, aunque podía tomarse tambien como amenaza.

Off:no te apures Rose!!! -aplasta pk hacia mucho que no la veía- examenes?? -sabe que medio mundo sufre por eso... -yo recien voy saliendo

-Maldita sea, ¡yo gané, eso es trampa! Tu idiota, deja ya de sonreir- Gilbert sabía que lo que estaba haciendo era un berrinche de niño pequeño, pero no era justo, lo había hecho caer al suelo cuando el ya lo había derrotado.

Estaba con los brazos y piernas totalmente extendidos, haciendo mohines con la boca al otro, quien sonreía. El público que anteriormente animama ahora se retiraba a proseguir con cada una de sus actividades. Algunos con cara abatida por haber perdido la apuesta y otros casi dando brincos de alegría mientras presumían a los demás.

Después de unos segundos se puso de pie desabrochándose algunos botones de la parte superior de su camisa para desagobiarse por el intenso calor. Tomó su sombrero, el cual había ido a dar a un lugar no muy lejos de ahí y dejó que su pajarillo se volviera a posar encima. -He ganado, me importa lo que pienses, así que debes llevarme a donde yo deseé- dijo con tono amenazante blandiendo un poco su espada reafirmando más las palabras, acercándose al otro y mirarlo con enojo.

A pesar de estar enfurruñado por el resultado de la pelea no pudo evitar reise de la cara que hacía su contrincante, se veía tan infantil (el burro hablando de orejas). Se puso en pie aun apoyandose sobre el mango de su hacha, no tenía heridas, solo se encontraba bastante agotado.

Vio a la gente retirarse del circulo que habían formado, algunos comentaban emocionados la pelea, otros festejaban haber ganado su apuesta mientras que otros se lamentaban, unoc cuantos le dirigieron una mirada furiosa... bah ese no era problema suyo, les regreso la misma mirada y eso hizo que en seguido pusieran pies en polvorosa.

Volteo buscando su camisa, pero esta habia desaparecido, seguramente a manos de alguna jovencita deseosa de forrar su almohada con ella (?) y es que el era irresistible, lástima para las damas que el prefiriera los varones.

Estrecho los ojos de forma molesta ante la espada que se blandia nuevamente contra el, en cualquier otro momento hubiera levantado su hacha y le hubiera dado una paliza por ese atrevimiento, pero en ese momento no podía seguir peleando y nada le frustraba más que eso. Ganado un cuerno, lo unico que me derroto fue el calor sin perderlo de vista volteo al rededor en busca de alguna sombra Vamos a discutirlo en aque lugar señalo una taberna que estaba a pocos metros de ellos, definitivamente le apetecía una cerveza bien fría y una buena sombra.

-¿El calor?... Vaya excusa- Le siguio al lugar donde había apuntado, claro, aun con enojo y alegando por lo bajo como cualquier persona madura haría en su situación(?) Fue hasta después de unos minutos cuando se percato que el otro no llevaba camisa. Recordó entonces que se la había, literalmente, arrancado por la pequeña rasgadura producto de su espada durante la pelea... Bueno, no era su problema si andaba o no vestido.

-Kesese- se burló bajito, ya que al momento de entrar a la taberna, tanto algunos como algunas, al darse cuenta del rubio desprovisto de la parte superior de su ropa le chiflaron o simplemente le dirigieron miradas lascivas.

Corrió hasta uno de los bancos vacíos frente al tendero y de inmediato ordenó un tarro de cerveza frío. -¿Y bien?- comenzó el albino después de haber dado un primer y largo sorbo al recipiente apenas se lo entregaron. No iba a permitir que el idiota frente a él lo dejara en aquel horrible puerto.

Puritita verdad rezongo mientras se encaminaban al bar, en cuanto abrieron la puerta se sintió mejor, el lugar era considerablemente más fresco que el exterior y su cuerpo agradecía eso.

Se dio cuenta de las miradas que le dirigían las personas que estaban ahí, pero en vez de intimidarse o avergonzarse se sintió halgado, claro que porque no iban a halagarlo, si su cuerpo era un monumento a la perfección(?) se irguio orgulloso mostrando su trabajado torax a quien quisiera mirarlo ... pero se cuido bien de mirar con advertencia a sus fans Se ve pero no se toca murmuro de cualquier modo en un tono audible mientras se sentaba al lado del otro.

¿Y bien que? lo imitó con su propio tarro, mientras lo veía con curiosidad, se había olvidado del asunto que los había llevado hasta ahí por la atención que despertaba.

-No te hagas el estúpido frente a mi grandiosa persona- Le soltó, importándole que media clientela escuchara. Frunció el ceño tocando casi el puente de la nariz y golpeó el recipiente fuertemente contra la barra. Pelear, el calor y ¡todavía tener que soportar al capitanucho ese! Era por todo eso que prefería no formar parte de una tripulación. Mentalmente dio gracias a cualquier dios que desease escucharlo(Claro ninguno de ellos se resistiría a oir sus asombrosas plegarias(?))

Tomó aire pidiendo paciencia. No perdería esa oportunidad de ir gratis a su país, o de plano muy lejos de aquel espantoso puerto. -Mira, yo gané -¡Y me importa si fue el calor o no!- así que tienes que llevarme a donde quiera (aunque tenga que aguantarte en un reducido barco en medio del enorme océano, sin escapatoria...)- Bebió de nueva cuenta esperando la respuesta del otro o alguna señal.

Tamborileó los dedos, aun continuaba cabreado con el rubio que tenía justo a un lado. Hecho una ojeada al lugar, estaba medianamente lleno. Había desde hombres hasta mujeres y descubrió a algunas hechando mirillas a donde se encontraba e inmediatamente les sonrió con una mezcla de coquetería y superioridad.

Puso mala cara a sus palabras Yo jamás hago el estúpido Terminó su cerveza en apenas un par de tragos antes de pedir otro Las personas tienen derecho de admirar un cuerpo cuando lo ven Y no era quien para negarselos, especialmente cuando no le molestaba en lo más mínimo la atención recibida.

¿Y a donde quieres ir? le pregunto de mala gana dejando de exhibirse(?), no se diría que Soren Köller no era un hombre de palabra Te llevare solo para que veas la magnificencia del rey del norte. Dio una nueva mirada mientras terminaba su segunda cerveza.

Algunas miradas se dirigían tambien a su acompañante, y bueno tenía que admitir que no era feo...si no tuviera esa horrible personalidad, dio un corto suspiro de frustración, aun quedaba tiempo para zarpar seguro que podría encontrar algo interesante que hacer...o mas bien alguien interesante.

-Prusia- Contesto con voz ronca después de beber su segunda cerveza. ¿Magnificiencia? ¿Él? ¡Pfff, su pollo poseía mayor magnificiencia!... Bueno, ahora podía estar mas tranquilo. Se iría de allí y esa era su meta principal. Nuevamente se quitó el sombrero y lo dejó sobre la barra.

-Cierto, ¿como poder dejar a alguien sin conocer mi asombroso nombre?...- Se paró e hizo una exagerada reverencia como si de una persona noble se tratase, cuando no era mas que un mercenario. Todos deben tener sus modales, ¿o no? -Gilbert- Habló fuerte para que la mayoría de los presentes se enteraran, especialmente las jóvenes que hace unos momentos tenían su mirada puesta sobre él.

Lanzó un bostezo estando ya de vuelta en su banco, el cual fue reprimido por la espalda de su mano. Quería seguir bebiendo, sin embargo resistió. No quería embriagarse y que el otro aprovechase eso para dejarlo por ahí botado.

Con que Prusia... trato de ubicarla en un mapa mental, pero no era muy bueno recordando los mapas mentalmente, lamento haber dejado el mapa en su gabardina, y que hiciera demasiado calor para llevarla encima.

Con que Gilbert... rodo los ojos ante su pomposa reverencia Soren... capitan Soren para ti dandose aires de importancia Soy capitan de Magt Totalmente orgulloso de su barco. Seguro que lo has visto en el puerto

Termino su cerveza y pidio otra Por cierto tienes un mapa frunce el ceño al recordar que nesesitan ver la ruta y avisarle a sus hombres...