En el mercado [Libre]

La chica se encontraba con un montón de mercancía de procedencia dudosa dentro de su bolsa: la verdad era que no tenía NI IDEA de dónde provenía aquello, pero como sus amigos franceses eran quienes se la daban, pues ella la vendía de lo mas confiada, igual nunca le habían dicho nada al respecto, y estar en esas tierras sólo provocaba en ella ganas de engañar tontos ingleses.

- Que pesado -se quejó mientras descargaba su bolsa con cosas en el suelo, mientras observaba el montón de cosas que cargaba, ja, a las damitas inglesas les encantaban los brillantes, así que seguro a alguna le interesaría, o quién sabe, un caballero también quisiera algo de lo que mantenía

Se sentó cruzada de piernas en el lugar mientras aún llevaba su bolso al hombro, descansaría un rato en el mercado antes de que pudiese vender nada, porque sino haría cualquier tontería, menos lo que debería

- Me pregunto como será la gente aquí... - su mirada se fue a ningún lugar, mientras abrazaba la bolsa con sus brazos

Su tia le habia pedido algunos objetos extraños que el no sabia porque los necesitaba. Pero le habia dicho que alli lo podia encontrar, aparte de que su madre habia vivido alli algun tiempo. Iba pegado a las paredes que se encontraban mas cerca de su situacion. Tenia miedo a que tanta gente pudiera verlo, pequeñas lagrimas surgian de sus ojos. Queria volver a casa, pero le daba mas miedo su tia que toda la gente que pudiera descubrir su secreto. Varias veces miraba por encima de su hombro para asegurarse de que su cola seguia oculta, aunque se notaba el vulto que dejaba en la capa. Vi un sitio libre y se sento, todavia temblando. Esperaba que la solucion a sus problemas apareciera de la nada. No callo en la cuenta de la chica que estaba a su lado

Se puso a agitar las piernas despreocupadamente de arriba a abajo mientras pensaba en que sería mejor, la verdad no sabía si simplemente poner su mercancía en alguna de las mesas vacias o irse... se sentía un poco intimidada por la gente del lugar, pero a la final infló las mejillas en un gesto casi infantil mientras su cara se tornaba mas sería ¡debía ser una chica fuerte! mas en ese mundo que se encontraba

De repente divisó una figura masculina a su lado, sintió curiosidad al verle... ¿llorar? ¿le ocurría algo? - ¿estás bien? -no soportaba ver a la gente triste, por lo que preguntó sin pensarlo mucho, a lo mejor necesitaba algo y a ella le gustaba ayudar, principalmente porque sabía como se sentía estar sola

Se sobresalto al oir una voz a su lado por inercia se separo de ella hasta caerse del banco sin dejar de verla. Todavia desconfiaba de los extraños y esa chica, por muy simpatica que pareciera, le daba miedo. Por suerte se habia caido encima de su cola y habia menos riesgo de que la otra lo viera, pero se hacia daño y eso le hacia llorar un poco mas.
-E-Estoy bien. So-solo es que tengo miedo de estar con tanta gente-No sabia porque se lo decia a la chica, aunque tal vez podria ir ella a compar lo que el necesitaba y podria irse antes.-¿Sa-sabes do-donde puedo encontrar una joya?-su tia queria enseñarle como ocultar su cola totalmente y necesitaba una joya especia. Aunque no habia pensado en que su sobrino era un cobarde

No pudo evitar darle unos golpecitos amistosos en el hombro al chico, pobrecito, a lo mejor algo malo le pasaba - Tranquilo, esta bien - le sonrió de forma amigable y luego saltó hacia adelante como si fuese un pescadito feliz, hasta los ojitos le brillaron ¡podría vender algo! a lo mejor y con eso ayudaba al pobre chico, así que asintió repetidas veces

- Pues yo misma soy mercader -explicó mientras abría la bolsa con mercancía -a lo mejor y tengo lo que necesitas... ¿que buscas exactamente? preguntó con una sonrisa mientras le montaba el contenido, sin duda que tenía mucho por vender a lo mejor y algo le servía al muchacho.

Y de paso no volvería a casa con las manos vacías, así ambos ganaban algo

Miro a la chica con un nuevo respeto. Nunca penso que de buenas a primeras se encontraria con una mercader y encima de joyas. Se incorporo con cuidado y se quito el polvo de sus ropas, aparte de un leve suspiro de alivio, aunque sabia que le dolera durante varios dias. Empezo a observa todas las joyas. Desde pequeño le habia gustado jugar con las joyas que su padre tenia guardadas.
-E-Esto busco gorgonita, zesuita y fluorita azul. La ultima a ser posible en un collar.- Necesitaba las piedras puras, sin aleaciones si no el resultado podia variar y tener consecuencas fatales para el. Se volvio a sentar en el banco, examinando los collares mientras que su cola se movia inquieta. El no lo notaba pero la gente se le quedaba mirando con expresion extraña.

No notó lo que se movía detrás del chico, estaba demasiado ocupada buscando lo que le había pedido y aún mas contenta ante la posibilidad de vender algo. Había escuchado que ese tipo de gemas era importante ¿para que las querría? bueno, ese no era asunto de ella, así que mejor no entrometerse y limitarse a buscar lo que le pedía

Dio un suspiro de satisfacción al encontrar lo que se había empeñado en un recondito lugar de su mercancía - ¿Bien, es acaso esto lo que buscas? -cuestionó con una sonrisa mostrandole en sus manos lo que había pillado:

Spoiler:

Esperaba que fuese eso lo que necesatara, de lo contrario seguiría buscando, no quería que el pobre se medio pusiera a llorar en el mercado.

Tomo las piedras con delicadeza. El collar era perfecto, no era muy grande y la podia ocultar entre las ropas. Se sorprendio al ver el tamaño de las otras dos. Sabia que para encontrar gorgonita de ese tamaño se debia ir a 11 volcanes inactivos que tuvieran erupciones muy violentas. Ademas la zesuita era muy cara, y aun mas de ese tamaño. Era de un color blaco pero esperaba que proto adquiriera su color rosa caracteristico.
-Si. Gra-gracias.¿Cu-Cuanto cuestan?-Por suerte habia traido mucho oro, aunque no estaba seguro de que las pudiera encontrar.

Sonrió feliz cuando el chico le participo que eso era lo que buscaba ¡que bueno! ya se le veía menos nervioso y eso calmaba su ser, le hacia sentir como una buena persona, aunque claro todavía quedaba el detalle del precio, y según lo que habían dicho sus mayores aquellas piedras eran díficiles de encontrar, por lo que no podía hacer mucho con respecto a lo del precio.

- Mmmm... pues todo eso minimamente se puede dejar en 80 monedas de oro, su majestad ha puesto la busqueda díficil - bufó molesta ante la mención del rey, de igual forma no quería darle muchas vueltas al asunto - a si que ¿puedes pagarlo? -cuestionó curiosa observandole

La verdad esperaba que si, no quería dejar al joven llorando nuevamente, eso sería algo triste para la chica.

Asintio y empezo a buscar la bolsa donde habia guarado el dinero. Se puso nervioso cuandono la encontraba. Se levanto de un salto y empezo a revisarse la ropa en busca de aquella bolsa escurridiza. Lo mas raro es que escuchaba el tintineo del dinero, pero de la bolsa, ni rastro. Se quedo quieto y empezo a pensar donde estaria, hasta que recordo cierta cosa negra que iba arrastrando por el suelo. Extendio su mano derecha y su cola deposito en ella la bolsa. De lo nervioso que estaba no se acordaba que habia cogido la bolsa con la cola.

Abrio la bolsa y empezo a quitar monedas de ella. Tenia exactamente 100 monedas de oro. Quito las 20 que sobraban y le tendio la bolsa con las restantes.-Aqui tienes, 80 monedas de oro-Puso la bolsa enfrente suyo, luego cogio 5 monedas mas y las puso en su mano-Estas 5, para ti, por las molestias-Sonrio un poco y recogio lo que habia comprado. En cuanto se puso el collar, las ganas de llorar habian desaparecido por completo. Por seguridad guardo las otras dos piedras en bolsillos diferentes