La niña maldita vuelve a estar en venta[Libre]

De vuelta a la rutina. Ya habían vendido a todos esclavos que tenian excepto a ella. Bueno, a ella la vendieron hace dos semanas, pero ya estaba de vuelta a aquella galera, a esa prisión que era ya casi su casa. Esta vez los dueños la habían devuelto porque decian que se habían arruinado desde que ella estaba en su casa. Con el tiempo había aprendido que no valia de nada dar argumentos diciendo que la culpa no era de ella, ya que solo era una esclava y su opinion no servia para nada. Tras mucho pensarselo, el actual vendedor decidio volver a probar suerte con ella. Al amanecer bajo hasta donde estaba, le dio su ración de copos de avena que tenia para todo el día y la saco a cubierta. Una vez alli la puso la correa en el cuello, la ato las manos y le puso la venda en los ojos.

Al principio le costaba andar al no ver, pero pronto se acostumbro al ritmo de su vendedor. Ya había estado aqui antes. Hoy no seria vendida, aqui ya se la conocia como la niña maldita. Aunque el vendedor prometiera el cielo, no funcionaria, nadie la comparía. Noto a Puffin en su hombro. Su presencia alli la hacia estar algo más tranquila. Noto como subia unas escaleras, hasta el puesto donde anteriormente habia sido exibida. Seguramente ya estaria atada en el poste de madera que había en el escenario cual caballo. Se quedo en silencio, oyendo como la intentaba vender. Chica hábilidosa y toda una belleza. Desde su tez palida, su pelo de un extraño color plateado que contrastaba con sus rostro juvenil y una preciosos ojos violetas. Bueno, eso último debian de creerselo, puesto que no se veian.

La puja empezo con 15 monedas de oro. Ha sido el precio más bajo que le habian puesto nunca, la última vez la puja empezo por 40 monedas. Suspiro resignada. Otro día que tendria que pasar depie bajo el sol abrasador sin que nadie la comprara, con lo poco que le gustaba el calor

¿Por qué se encontraba en el mercado de esclavos? ha saber, sólo quería pasar un rato por aquellos alrededores, mirando a los pobres chicos que eran allí vendidos, Dios, tanto sufrimiento para una sóla persona, eso era tan completamente injusto, ella misma no aprobaba para nada la exclavitud, después de todo como humanos que eran necesitaban libertad, al igual que comprensión, los humanos no habían nacido para ser pertenencia de otros humanos... que asco, ella en una situación así hallaría la forma de escapar, pero es que a veces los de la corona eran un montón de salvajes, y luego se quejaban de los piratas, para la rubia todos eran un montón de hipocritas

Estaba a punto de irse, harta de tanta horripilancia, cuando algo captó su atención, una niña -a su manera de ver- de lindos cabellos plateados estaba siendo subastada en esos momentos, por Thor ¡esa manada de tipos asquerosos quería comprarla! ella no iba a permitir eso, aquella niña se veía demasiado linda e inocente para esa clase de vida. Tomo las monedas que le había obsequiado su nueva amiga Karen, no había querido aceptarlas puesto que era mucho dinero, pero de igual forma no le quedo mas opción

Se acercó hacia la tarima, todos se le quedaron mirando por ser una dama en lugares como aquellos, pero a ella no le importó - Doy 30 monedas de oro por la chica - confirmó observando los violaceos ojos de la pequeña, al mismo tiempo que hablaba con voz alta, pero al mismo tiempo suave y apacible, tal vez pudiera ganarse a alguien importante para ella...