celebrando un cumpleaños en el mar de bering? ( libre)

El canadiense estaba dormido en su cuarto en su barco unos rayos de sol empezaron a iluminar todo su cuarto dando señal de que había empezado un nuevo día, era especial, realmente eso le decían, un día alegre y a la vez triste. El joven empezó a levantarse, bostezando se dirigió a arreglarse para la ocasión apenas se termino de arreglar tocaron a su puerta, se dirigió a abrir ya que era uno de sus trabajadores del barco, el hombre le dijo- señorito Mathew, le informo que estamos ya en el mar de Bering – el canadiense le molesto un poco que le dijera señorito ya que pareciera que lo estuviera tratando como un niño, pero no le dijo nada respecto a eso, solo contesto- bien, entonces comencemos ya con los preparativos- dijo con una adorable sonrisa – si, joven Mathew-. El señor se fue de la puerta dirigiéndose en cubierta, en cuanto se fue, Mathew borro la sonrisa de su rostro, se dirigió a una pequeña mesa donde estaba un collar de caja de forma circular, la agarro el collar y abrió la caja observando las 2 fotografías de sus padres, de lado derecho una foto de su padre y de lado izquierdo una de su madre, se puso el collar, siempre se pone ese collar por ser un regalo de cumpleaños de parte de su padre, un cumpleaños que nunca olvidara ya que…el mismo día de su cumpleaños se enfermo muy gravemente pero eso no fue lo peor, pues ese mismo día murieron sus padres, el joven estaba triste, hoy era un día especial pero le recordaba que sus seres queridos ya no estaban con él. Aquellos recuerdos lo invadieron, a pesar de que eran sus padres adoptivo el los quería mucho, un segundo golpe en su puerta lo saco de sus pensamientos al abrir la puerta nota de que el segundo al mando del barco era quien tocaba su puerta- ¿qué pasa Timothy?- dijo con la sonrisa que con la siempre respondía- joven, todos lo están esperando ¿pasa algo?...debe de olvidarse del pasado y agradecer que estás vivo- dijo el señor en forma de consejo. – Dile a todos que no hay nada por qué preocuparse, estoy bien- dijo alejándose para dirigirse a la cubierta, no le gustaba que la gente le dijera que olvidara su pasado, esto lo hizo enojar pero trataba de no parecer enojado mientras subía por las escaleras, lo primero que vio fue una fiesta por su cumpleaños, noto que su barco lo rodeaban con otros barcos de otros nobles – “solo me visitan por pura conveniencia”-pensó mientras saludaba de mano a los demás con una sonrisa falsa, se sentó mientras las demás personas platicaban y bailaba, le sirvieron el desayuno, se dedico a mirar el mar pero de cierto modo tenía como obligación conocer la gente que estaba en la fiesta con el fin de conocer a nuevos socios para su empresa. Terminando su desayuno dio comienzo a su plan, le parecía aburrido esto y fastidioso pero era por el bien de la empresa de sus padres lo haría, conforme avanzaba el día, el cielo se despejaba cada vez más, el mar estaba tan tranquilo. A pasar las horas la gente se empezó a irse en sus propios barcos, lo cual estaba ahora ocupado despidiéndose de los invitados. Se veía una puesta de sol hermosa – todo el día fue un fastidio- susurro cuando en cubierta ya no había nadie excepto el y algunos trabajadores del barco, empezó a jugar con su collar recodándose lo que tenía que hacer, fue corriendo a su habitación, saco unos cuadros blancos, pinturas y pinceles. Ahora el mar se veía hermoso con el brillo de la luna y las estrellas, le tenía que hacer un regalo especial a sus difuntos padres. Solo estaba el, las velas, su arte y el mar.