Un trozo de tierra [Libre]

No tenía ni la más mínima idea de donde se encontraba. Según la ruta que quería seguir tenía que dirigirse al oriente, a buscar especias. No para la corona, para sí misma y su tripulación, les había prometido darse un relajo luego de las últimas dos misiones exitosas que volvieron con los cuerpos de unos piratas. Les regaló la fortuna que le dieron por ambos cuerpos sin vida y ella se quedó con la promesa de dejarla ir a la isla de las especies, así llamada las islas Molucas.

Claro, ella también insistió en que se dieran luego una semana en el Mar Caribe, por territorios españoles que tenía libre acceso como capitán real y por una simpatía con los puertos españoles. Simplemente popularidad, buena imagen y contactos, de algo servía el título de Capitán Real.

Iba en su Nave la "Alma Libre", con dos carabelas y una Nao. La Nao se había separado para llegar a Cipango (Japón) y regresar al puerto de palos del cual había zarpado primeramente la Nao "Black Lagoon", bautizada así porque cuando se la entregaron amablemente por la fuerza tenía las velas negras.

Se encontraba en la costa de alguna playa que no tenía contemplado en el mapa ni en su mente. ¿Dónde rayos estaba? ¿Cómo llegó ahí? Lo último que divisó bien fue una niebla bastante densa, un claro luego y estar aquí. Sus hombres bajaban del "Free soul" y así también lo hacían los de las Carabelas "Esmerald's Roses" y "Golden white".

Pisó las blancas arenas de la playa y les permitió a su gente hacer y deshacer en paz en el territorio. Si querían tomar algo de ron, bien. Si decidían explorar bien también.

Ella por su extrema curiosidad se alejó de sus hombres con su arma (la favorita de todo pirata que ella igual adoraba por poder introducirle hasta vidrios como balas) entre el pantalón que traía comúnmente. También su espada estaba a su lado con su chaqueta color zafiro que la acompañaba por poco hasta en la ducha. Caminando unos minutos, que de minutos se hicieron casi una hora encontró el sonido claro de agua caer... había llegado a un lugar que parecía ser indomable.

Una gran cascada caía sobre una laguna y alrededor de esta se cubría de un denso y salvaje paisaje donde no parecía haber intervenido ningún hombre aún. Una floresta muy amena, muy hermosa.

Decidió que sería un buen lugar para tomar un baño, un descanso o dejar a su cuerpo rendirse y flotar sobre el agua... o dormir bajo el agua también es una buena opción aunque luego duele un poco la garganta, debe admitir que no está muy acostumbrada a eso.

Dejó sobre una roca parte de su ropa, quedando en algo que le cubría lo suficiente para comenzar a jugar en el agua, con unos salmones de reluciente color que la rodeaban y caían de la cascada. Cuando hundía la cabeza podía observar la mágica vegetación en las aguas claras y la diversa fauna marina que simplemente se encontraba en aquel pequeño lugar, ¡Debía nadar en las aguas de las cosas! Quería ver todos aquellos colores que muchas veces simplemente ella y su gran resistencia podía ver, quizás por eso sus historias eran tan variadas, tenía la oportunidad de conocer más cosas y más colores que pocos humanos puros podrían tener el placer de ver.

Con la confianza de que nada podría salir mal siguió jugando en el agua en su forma humana, con la camiseta blanca mojada y lo único que le cubría sus piernas era algo parecido a una falda de prostituta, color rojo que al parecer era como de cuero y le cubría lo suficiente, nada más.

De repente, escuchó quebrarse una rama y pensó que era un animal pero de inmediato tomó su espada, alzándola y encontrándose con unos ojos que la miraban al darse vuelta.

Estos eran bastante hermosos, de un color llamativo y al parecer de una chica. ¿Una indígena? Parecía sucia y estar bastante tiempo sin bañarse pero fijándose en las facciones y cabellera de la muchacha era una mujer europea, por aquella tez blanca como la nieve. ¿Rusa? Quizás.

- Hey you... Are you lost? Do you speak english? Or Spanish? -preguntó bajando la espada, que de igual forma no le servía pues su fuerte era el combate cuerpo a cuerpo, la espada sólo la entorpecía a veces.- ¿Hablas mi lengua? -pronunció en los dos mejores idiomas que podía pronunciar y hablar.

Esperó una respuesta mientras se acercaba cautelosamente a la aparentemente muchacha menor, con una sonrisa algo tímida para generar confianza y mostrándose amable ante la situación.- Hey.. no me temas, no lastimo ni muerdo.

si hablo... y 3 idiomas- ya que habia tenido tutores de todos los paises aunque bueno, de algo habia servido haber aprendido los idiomas fundamentales, el de su tierra, y dos que eran de otros lugares aunque vagamente recordaba de donde. Dejo de un lado el pensamiento para seguir retrocediendo, aunque la otra fuera bonita a su parecer, no podia confiar si no la conocia.

Me llegas a hacer algo y tendras la suerte de esos mismos animales- mientras empujaba una gran culebra con su pie, igual estaba muerta y no le causaba asco tocarla con los pies, mas bien ya se habia acostumbrado a tocarlos y matarlos.

quien eres tu?- mientras sacaba su pequeño cuchillo, y la miraba, ella no era ninguna tonta y como pudo notar en la espada era alguien importante, si era un pirata lo mataria sin dudarlo aunque la mirada de la otra la tenia como hipnotizada, sacudio su cabeza quitandose esas raras ideas de la cabeza

Sonrió un poco, no le impresionaba nada la reacción arisca de la muchacha; A la gente se tenía que tratar bien desde el primer momento, aunque no fuera un trato muy recíproco.- I'm not afraid, and you? -dijo con sencillez dando pasos sutiles y silenciosos de forma periódica, para acercarse siempre con la misma frecuencia y no asustarla.

- Soy Emilly, no tengas miedo.. si estás perdida yo vine a salvarte~ -con el típico tono semejante a lo heroico pronunció lo último, alegre, sin temor a decir alguna estupidez con esa frase.- C'mon.. acércate que no te lastimaré, lo prometo.

Se paró ahí entonces, colocando sus manos a la altura de los hombros, mostrándose desarmada y sin intención aparente en saltar encima de ella para golpearla o algo por el estilo. Sólo quería lo que ella había dicho, salvarla.- Puedes creer en mí.

dijo miedo?, yo no tengo miedo...- mientras seguia aferrada al pequeño cuchillo, mirando como la otra avanzaba lentamente, acaso creia que ella era una presa?, pues ya se iba a enterar que no era facil de atrapar. -salvarme?... tu solo estas perdida y al parecer seguro son un gran grupo- no debia confiar en las palabras tentadoras de la otra o seguramente terminaria peor de como llego, pero se sorprendio cuando vio que solo se rendia?, penso que para nada era una chica comun.

-Soy natasha arlovskaya...- decidio no revelar nada mas y se quedo asi, un rato hasta que escucho que algunas hojas cercanas crujian, inmediatamente y alarmada, retrocedio aun mas y echo a correr esquivando troncos, cuando creyo que nadie la seguia escucho a lo lejos un "capitana", voces varoniles empezaron a escucharse a lo lejos y ella por instinto se escondio en la abertura de un arbol, ocultandose en la sombra, igual eso siempre habia sido, una pequeña sombra que seguia a su hermano, se acurruco y lloro un poco ya que nadie la veia, mientras se rendia al sueño.[/color]

¿Entonces por qué huyes de mí? -Ella nunca perdía contacto visual con nadie que tuviera un arma, por muy inocente o pequeño que sea, es algo que tomó la costumbre y no lo hace con intención. Seguía a paso sigiloso, con cuidado mientras estiraba de a poco una mano para alcanzarla.

- No estoy perdida, yo sé como salir de este lugar y llegué aquí siguiendo una rota... -mentía, se encontró de casualidad en esta isla pero decía la verdad al decir que podía salir, que sabía como hacerlo y lo haría a más tarda hoy mismo.- Créeme, ¡te puedo sacar de aquí!

Con el paso detenido pegó un suspiro, cansada de que no le crea pero de una manera que le encontraba hasta la razón, ella tampoco confiaría de alguien que conociera hace... seamos realista, ella lo haría, pero ese no era el caso.

Frunció una ceja, mirando hacia arriba- Arlovskaya... me suena familiar... Natasha... -pensó, mordiendo su labio inferior e intentando recordar de donde había escuchado ese apellido ¿Un pirata? ¿Un fugitivo? ¿Quizás un conde o familiar real? No sabía, pero le sonaba más a realiza.. era difícil de pronunciar.

- Hey! Wait! -dijo comenzando a correr tarde, cuando la otra había tomado una distancia considerable pero eso no le dificultaba a sus largas y fuertes piernas que habían corrido ya tanto a sus años y pasado por tantos campos de batallas que no parecía ni cansarse con cada paso largo que daba. Así, cuando había logrado alcanzarla un poco escuchó su título, algo raro por el tono femenino que le dieron, ella simplemente era capitán, nada más. Al desviar la mirada la pequeña silueta ya había desaparecido cómo por arte de magia (magia que no existía, según ella misma).- Fuck.. se me escapó.. -suspiró, dirigiendo la mirada a un grupo de hombres, que le informaban lo que deseaba saber, tendrán que zarpar ahora, cuando ella llegue al navío.

- ¿Conocen a una tal "Natasha Arlovskaya"? ¿Se les hace familiar? -en eso, un tipo de lentes le habló, aparentemente alguien que sólo lo tenía para tomar notas y hacer cálculos; Escuchó claramente la frase "Me parece que es una noble o algo así, no sé de donde.. de Europa Oriental debe ser".- Muy bien, les ordeno que vuelvan al barco y esperen a que llegue para zarpar, pobre de que se muevan un centímetro que les cortaré lo que ustedes saben bien! -bromeó con sus camaradas, riendo con ellos y despidiéndose amigablemente.

La buscó un rato por entre los árboles, las ramas y las hojas hasta ayar a la pequeña dormida y sonreír con suavidad.- Te encontré.

La sujetó como pudo cuando vio los movimientos bruscos, acostumbrada a actuar rápido siempre.- Wait, no te asuste! -procuró decir para que le otra se calmara, no podía usar fuerza mayor con alguien noble.

- Lady Arlovskaya, la protegeré desde ahora. Por eso la busco. -sentenció, a ver si con aquella escusa podría tranquilizar a la menor.- Soy la capitán Emilly Jones, es mi deber traerla al viejo mundo de regreso, Lady Arlovskaya... -decía monotonamente, sin entusiasmo de tratar con ella como se debía, le apestaba eso de usar títulos para los demás y peor si era para ella misma. Todos debían ser iguales, así pensaba ella.

- Permítame el placer de traerla en mi navío principal, Lady. Mi moral no me permite dejarla sola en esta isla, sólo haga saber si necesita ayuda a lo que bino a hacer y nosotros nos esforzaremos en ayudarla, Lady Arlovskaya. -apretó el cuchillo en du mano izquierda, sin miendo de cortarse o algo por el estilo, para que ninguna de las dos saliera lastimada.

- Entonces permítame decirle Lady, es su cargo. Usted porta sangre azul y debe ser tratada como alguien de la nobleza.- Ella decía eso, pese que también era noble. Quizás la única noble que no usa un título y permanece sin usar el "Lady Emilly Jones". Tanto tiempo sin recordar ese tiempo la hizo darse cuenta de que jamás buscó pertenecer a ese grupo etario ni nada. Era feliz en su barco.

- Así lo puedo ver, Lady. Déjeme ayudarla y sacarla de aquí. Confíe en mí y dígame que hacía su alma por aquí, podré ayudarle en su cometido. -sonrió amable y permaneció con ese rostro. No importó que ella saltara encima, la sostuvo.

La sangre corría por su cara y ella seguía como si nada.- Un pequeño percance, no se mueva usted que yo eh eliminado más cosas de diferentes formas~ Hahahaha! Estás con una heroína naval ahora. -le volvió a sonreír mientras se limpiaba la sangre con su ropa, aunque la arruinara. Le extendió la mano para que caminen juntas o ella se la tome.

Sonrió menuda. causando un poco de gracia sus palabras.- As you wish, Natasha. -por lo menos compartían un poco de odio hacia la nobleza. Eso estancaba el mundo, lo llevaba hacia el mal y distintas cosas tontas que tiende a opinar un liberal.

Era tierna, o ella la veía así porque no pensaba en algo negativo de los demás; A parte de que se sonrojara cuando tomó su mano la hacía más tierna, casi un "Aww" se le salía de la boca de forma exagerada. Anyway, debía prestarle atención a la muchacha ya que hablaba.- Natasha, no me preocuparía tanto si fuera tú. Los verdaderos peligros son la gente malintencionada y los piratas.- Caminaba a paso firme, removiendo algunas ramas cuando tenía la oportunidad pero sin prestar la atención por si encontraba algún animal ¡Ella sabría como defenderse en el momento y salvaría el día!

Rió un poco ante la pregunta, sintiendo el mar cerca, escuchando el sonido agradable de las olas.- La tormenta cambió mi rumbo hacia las Molucas, creo. No recuerdo realmente pero llegamos aquí. Encuentro que es una agradable coincidencia, ¡¿Tú no?! Haha! El mar quería que viniera a salvarte -Decía risueña, alegre y viva mientras pisaba la arena. Habían llegado por fin a la playa, por fin podría irse.- Lady Natasha~ Hehe.. Bueno, ahora subamos al barco y zarpemos de inmediato!

RIó de forma coqueta, con gracia.- I'm sorry my lady~ -extendió un brazo para que ella pudiera entrar en el bote y abordara el navío, mientras que la capitana se iba a nado al mismo navío y era ésta mucho más veloz que el botecito a remos. Subió por una cuerda hasta el navío mismo donde se quitó sólo las botas mojadas y esperaba a que sus hombres subieran a la muchacha.

Ordenó cosas por allá mientras ella subía, pero quizás escuchó o no escuchó gran parte de esto.- Ordenad el cuarto de huéspedes importante, decidle al cocinero que prepare el menú para la joven, preparadse a partid, ¡¡haremos una parada antes para dejar a my lady!! -vociferó, cuando todos la miraron y alzó el puño- Luego, ¡molucas serán nuestras!

La tripulación asintió efusiva mientras ella se volteaba para recibir a la chica- Welcome, Naty.