Venganza estilo prusiano~ [Soren Köller]

Gilbert estaba aburrido y molesto... sobre todo molesto. Aun seguía de mal humor por la pequeña bromita del capitán Soren. Le había hecho pagar su cuenta, no es que fuera tacaño o algo por el estilo, pero ¡había salido con tanta confianza, solo para dejarlo dentro del lugar y que diera lo de su ronda! Semejante confianza. Se aprovechó de su asombrosa persona.

Golpeó con ligereza la madera. Era cerca del mediodía y el sol se reflejaba en la inmensa masa de agua. Todo estaba en total silencio, alguno que otra persona parte de la tripulación se asomaba de vez en cuando para después perderse por ahí. No tenía ganas de hablar con nadie, la pereza que sentía a causa del ligero movimiento de vaivén por las pequeñas olas que golpeaban la parte baja del navío lo adormilaban. Soltó un enorme bostezo estirando los brazos hasta donde le era posible. Odiaba viajar así, no existía forma alguna de acabar con su energía, a menos que quisiera lanzarse del barco para nadar, lo cual no sonaba tan mal en aquellos momentos.

-Maldita sea- Refunfuñó por lo bajo. De pronto se le ocurrió una travesura, ¿por qué no vengarse del idiota... es decir del capitán? Si, no perdía nada. Jamás lo hecharía estando enmedio del océano... o eso pensaba el prusiano.

Una sonrisa maliciosa y traviesa se formó en su rostro, acompañado de un aura oscura. -Kesesese- Rió, mientras su pajarillo revoloteaba a su alrededor algo asustado.

Pese a lo que muchos pudieran pensar, aun siendo una persona tan poco dispuesta a estarse quieta, le encantaba viajar a mar abierto, en el barco siempre había algo que hacer y en que gastar sus energías, además la tripulación estaba a su entero mando y eso era algo que simplemente le encantaba.

Aun falta bastante para llegar se estiro con calgo de pereza antes de dejarse caer sontra la baranda del barco, pese a todo el viaje estaba resultando mejor de lo que había esperado, al menos no tenía que encontrarse seguido con el idiota albino.

Cuando de regreso a su barco les había anunciado que partían con rumbo a prusia y que llevaban a un mercenario gratis, a sus más allegados no les había hecho demasiada gracia, pero ya estaba decidido y no hubo más remedio que acatar las ordenes, después de todo el era el capitan.

Si resulta ser un lugar interesante nos quedamos un poco ahí tenía mucho que no anclaban más de una semana en un puerto, aunque quiza debería dirigirse mejor hacia tierras más al norte, su reserva especial de cerveza casi se terminaba.

-¡Obviamente es un lugar interesante, mejor que eso, es un lugar asombroso Kesese!- Comentó de manera estrepitosa. Estaba tan aburrido que ni siquiera se dio cuenta cuando el capitán se asomó a la baranda, pero al escuchar su voz de inmediato la reconoció. Caminó los escasos metros que los separaban con una sonrisa maliciosa surcando sus labios.

Aun tenía que pensar la manera perfecta de como vengarce, pero por mientras se divertiría molestándolo. Se recargó a su lado, observando detenidamente cada uno de sus movimientos. Como el otro no dijo nada lanzó un bufido.

-¿Sabes? Tú barco no está nada mal... aunque claro es mucho mejor estando yo presente- Le saco la lengua como niño pequeño. -Y dime Capitán~ ¿hay algo con que matar el tiempo aquí?- Bostezó dando así a resaltar su estado.

Eso tendré que decidirlo yo cuando estemos ahí declaro con prepotencia en la voz, después de todo el era grande y no solo de tamaño(?) tenía su propio barco y había navegado por más lugares de los que se pueda suponer.

El magt es perfecto siempre le miro mal, le alegraba que alabara su barco, pero definitivamente su precencia ahí no hacía nada por mejarlo...principalmente porque eso no se podía hacer, se cruzo de brazos resistiendo la tentación de imitar el gesto No creo que esperes un baile en pleno altamar... donde además delatariamos nuestra posicion a kilometros de distancia...ahora fue el quien le dirigió una sonrisa maliciosa Podrías ayudar en los quehaceres cotidianos Ensancho aun más su burlesca sonrisa Seguro que eso te quita el aburrimiento

-¿Quién ha dicho algo de un baile?- No es que no le gustara bailar o tuviera vergüenza, más bien es que no había lindas chicas con quienes bailar, aunque los hombres no eran problema... Bueno ese no era el problema... -Aunque si quieres bailar conmigo, kesese- Se le acercó un poco más hablando de manera insinuante, solo para fastidiar de cabello rubio, pero al escuchar su consejo de como divertirse detuvo su acción fulminándole con sus orbes carmesí y frunciendo el ceño.

-Claro... y siquieres también puedo usar un traje de sirvienta, con todo y delantal- Exclamó con sarcasmo. Totalmente indignado por ello. Gilbert Beillschmidt no realizaba quehaceres y mucho menos si era en la nave de aquel idiota. Le dio la espalda y volvió a recargarse de la barandilla sin ninguna intención de moverse de aquel lugar. -Soy un mercenario... no tu criada- Refunfuñó por lo bajo

Hacia algún tiempo que no era mandado a realizar el trabajo sucio de otra persoa. Aunque no le gustase admitirlo a veces era divertido mancharse las manos y ver como su víctima rogaba por su vida... sacudió la cabeza deshaciéndose de esos pensamientos, volviendo al aburrimiento anterior.

No eres mi tipo denego su "invtación" con desprecio en la voz Lástima para ti, yo tengo buen gusto

Lo vio recargarse contra la brandilla nuevamente y rio divertido por su actitud Claro que no eres criada... solo trabajas por dinero para el eso era lo que hacia un mercenario, el afortunadamente tenía su barco y no debía rendirle tributo a nadie, no más Además estas en mi barco y aquí se hace lo que se lo yo digo su tono era más petulante que molesto, se notaba a leguas que se estaba divirtiendo.

Bla, bla, bla, bla... y más bla Era lo único que el prusiano escuchaba salir de la boca de Soren. Mira que rechazarlo aunque sea de broma era nada genial. ¡Mein gott, semejante ridiculez! -Wie du sagst*- Susurro en su idioma... Dejando a un lado el egocentrismo se dedicó a observar un punto imaginario a lo lejos. Debido a la abrumadora tranquilidad se sintió de pronto somnoliento.

Necesitaba cualquier cosa en que entretenerse, ¡cualquiera! Entonces fijó su vista en el sombrero del capitán y un brillo travieso atravesó rápidamente. -¿Sabes? Tienes razón haré lo que tu digas, pero...- Le arrebató el sombrero de la cabeza al mismo tiempo que retrocedía varios pasos, guardando distancia. -...primero quítamelo, si es que puedes- Si, ese era Gilbert, actuando como niño cuando no tenía con que desperdiciar su energía. -Juguemos un poco y si ganas, de nueva cuenta ofrezco mis servicios tanto de mercenario como en los quehaceres del navío- Rió divertido, huyendo inmediatamente.

Wie du sagst = Como tu digas

No se dio cuenta del momento en que el otro le arrebato el sombrero ¡Su precioso sombrero! Ahora si iba a matarlo(?), no se había conformado con desafiarlo en tierra y osar imponerle un rumbo, podía vivir con eso, pero había tomado SU sombrero....

¡¡¡Dame aca!!! poco le importaba ya todo eso, quería su sobrero de regreso, menos mal que no se había atrebido a tomar su hacha o estaría en muchos problemas, igual no iba a perdonar esa insubordinación (?) Vas a sufrir cuando te agarre salió corriendo detras de el, su tripulación estaba acostumbrada a las exentriciades del capitan, así que los que vieron el espectaculo no prestaron demasiada atención.