Que no te engañen las apariencias[Privado Feliks]

Nunca podian dejar de impresionarse por la belleza de aquel puerto real. Él que siempre habia vivido entre miseria, suciedad, gritos, llantos y demás no podia dejar de sorprenderse por la belleza, no solo de las cosas pequeñas como unas flores o una obra de arte sino con cosas como las estrellas por la noche o construcciones o edificios que le llamaran la atencion.

Ahora mismo estaba enbodado viendo un extraño edificio. Nunca habia estado en Asia y su cultura le llamaba la atencion. Salio de su ensoñacion cuando recivio un golpe en la cabeza-Estupido, vuelves a estar en las nubes-sonrio melancolico. Liet era el unico capaz de estropearle un bonito momento, aunque si debia confiar en alguien, seria en él

-Bueno, ¿que habia que conseguir?-Sonrio mientras el otro se llevaba la mano a la cabeza. En verdad no soportaba que Thor fuera tan despistado, le gustaba mas cuando luchaba-Provisiones, estamos bajo minimos-Le cogio de brazo y le obligo a andar hacia el mercado.

Le habían prohibido estrictamente pasear por ahí. Al tratarse de un puerto real, estaba lleno de guardias y otra gente potencialmente peligrosa que dudaría dos veces en apresarlo si averiguaban se trataba de un pirata y eso podría poner en peligro a su tripulación. Pero claro que no pensaba arriesgar a sus compañeros de esa manera. Podía ser distraído más no tonto, y la lealtad era una de sus cualidades. De manera que sólo sería una corta visita, muy muy muy corta y luego regresaría por donde había venido sin que nadie se diera cuenta.

Y es que no le había quedado otra opción. En los puertos piratas vendían joyas, valiosas telas, armas y otras cosas de gran valor obtenidas a base de saqueos. Pero por más que buscara, en ninguna parte había podido encontrar pierniczki. ¡Oh, sus adorados dulces! Nada se comparaba con ese sabor tan especial, de sólo recordarlo se le hacía agua la boca.

-Tipo...creo que el mercado queda por allá...-se dijo a sí mismo mientras iba en esa dirección. En verdad esperaba encontrar sus dulces. Y tal vez si tenía suerte pudiera encontrar más cosas interesantes.

Normalmente se quejaria de ser arrastrado, pero hoy no tenia ganas de discutir. Llevaba varios días sin atrapar a ningun pirata o algun sabio. Su rencor todavia seguia muy vivo, aunque habían pasado 2 siglos y todavia queria matar a todos los piratas, sabios y cualquiera que le apoyara.-Maldición estupido, que ya eres mayorcito para caminar-Se solto y sonrio.-P-Perdona, solo estaba pensando-No hacia falta que se lo dijera, seguramente lo imaginaba en incluso sabia en lo que pensaba.

Estaban viendo un puesto de frutas, bueno, Thoris estaba viendo el puesto mientras Liet miraba a las chicas que pasaban por alli. Pronto se pone recto al ver una chica rubia.-Tsk, Thor,¿has visto a esa chica?-Sacudio la cabeza y se giro hacia donde decia Liet-¿Cuanto me das por ligarmela?-Thoris puso los ojos en blanco. Liet era muy predecible, pero en verdad le gustaba hacer eso.-Una moneda de plata-Dio una palmada y se fue a por la chica confiando en si mismo

-Oye, rubia. Tienes buena figura, pero tus pechos son algos pequeños-Sonrio, apartandose el pelo de la cara. Pronto la chica caeria en sus brazos y ganaria una moneda de plata. Con eso se podia comprar por lo menos algo de beber

¡Misión cumplida! Bien dicen que el que busca encuentra y el que persevera alcanza, y él finalmente pudo encontrar sus queridos dulces. Tomó la nota mental (y de verdad no iba a olvidar algo tan importante como eso(?)) de regresar a ese mercado y a ese puesto para comprar pierniczki la próxima vez. Hasta dio unos cuantos saltitos de puro gusto. Estaba muy feliz por haber conseguido sus deliciosas golosinas.

Abrió la cajita para probar uno, pero cuando estaba a punto de llevárselo a la boca, cuando algún atrevido osó interrumpir su momento sagrado(?). Se trataba de un chico de cabello blanco y ojos violetas. Arqueó una ceja y rodó los ojos. Genial, otro tonto despistado que lo había confundido con una chica. Sólo porque se vistiera como una y fuera más lindo que una(?) no quería decir que fuera una chica, no. Lo que sucedía es que estaba tan seguro de su masculinidad que podía sentirse cómodo y lindo usando ropa de mujer sin dejar de sentirse hombre(?).

Le gustaba que alabaran su figura, pero...¿pechos pequeños? ¡Qué completa y espantosa falta de tacto(?)

-¡Duh! Como que...¡Soy un chico!-exclamó enfadao y luego le dio un fuerte pisotón con todas sus ganas. ¿Pero es que en serio había gente tan distraída que pudiera decir la diferencia entre un chico lindo y una chica-¡Y tipo, si así le hablas a las chicas con razón no tienes novia(?)-le grito y luego le sacó la lengua, claro que no sin antes ir a ocultarse "valientemente" tras otro joven que estaba ahí, uno de cabellos castaños.

E-Espera, ¿era un hombre? Ahora que se fijaba si, en verdad era un hombre, pero un tanto extraño, ¿a quien le gustaria vestirse de mujer? Iba a decir algo de disculpa cuando el otro le piso-¡Maldición!-Iba a protestar cuando vio que el otro huia-¡Maldición, vuelve aqui!-Empezo a seguirlo como pudo, ya que el pie todavia le dolia demasiado. Iba a lanzarle un puñal cuando vio que se escondio detras de Thor.

-Tayrus, ¿que has hecho ahora?-Se sintio intimidado por su mirada y aun más en como lo llamo. Solo lo llamaba asi cuando hacia algo muy malo. Iba a reclamar, explicarle las cosas cuando le tendio las bolsas que llevaba-Llevalas al barco, alli hablaremos-Cogio las bolsas y se fue refunfuñando maldiciones contra Thoris.

En cuanto se quedo solo con el hombre, se quito el sobrero e hizo una reverencia delante suya.-Por favor, perdone a mi hermano. Si hay algo que pueda hacer para solventar su error-sonrio intentando mostrarse amable. Como Capitán Real tenia por misión proteger a los demás.

No, no había huído ni se estaba ocultando. Eso era una retirada estratégica para mantenerse a salvo mientras ideaba posibles maneras para hacerle pagar por tal atrevimiento cometido contra su perfecta(?), hemosa, maravillosa y bien vestida persona(?). Seguramente podría echarle alguna maldición, tal vez hacer que su capital fuera Varsovia(?)...¡O mejor! Hacerle un favor y cambiar el color de su cabello a rosado. Sí, eso sería lo más conveniente.

Sus maquiavelicos planes(?) se vieron interrumpidos cuando escuchó que alguien más hablaba. ¡Genial! Al parecer habían puesto a ese albino descortés y mal vestido(?) en su lugar. Se trataba de un hombre cabello castaño. Se tomó el tiempo para sacarle la lengua en un claro gesto burlón al otro al momento de verlo retirarse y luego centró su atención de vuelta en el castaño su caballero de brillante armadura, sonrojándose un poco por la reverencia que le dirigió. Buenos modales y amable pero al mismo tiempo sabía imponerse. Tal sólo necesitaba escoger su ropa con mejor cuidado(?) para ser perfecto.

-Tipo, ¡eso fue totalmente genial!-expresó entusiasta, casi se podían ver los brillitos a su alrededor.

Se quedo algo descolocado cuando le elogiaron por haberse librado de Liet. Sabia que si se hubiera tratado de otra persona hubiera sacado la espada. Ahora que lo pensaba se le hacia extraño que hubiera aceptado asi como asi. Algo debia traerse entre manos.-N-No fue nada, señor.-Dijo restando importancia al asunto-Puede parecer algo agresivo, pero en realidad es un pedazo de pan-"Un pedazo de pan que me debe una moneda de plata por idiota"-Tecnicamente no habia ligado con "ella" asi que ganaba la apuesta.

-Por favor, digame si hay algo que pueda hacer por usted-De repente cayó en un dato muy importante-No me he presentado, soy Thoris Laurinaitis. Siempre a su servicio señor-Repitio la reverencia. Era muy descortes por su parte no presentarse, sobretodo cuando tecnicamente habia sido él quien habia hecho el intento de ligar fallido