¡Minamitsu Murasa! ¡Aquí presente!
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¡Minamitsu Murasa! ¡Aquí presente!
≈ Nombre Completo:
Murasa Minamitsu
≈ Apodo/Alias:
(Gran) Capitana Fantasma / (Great) Phantom Capitain
≈ Estatus:
Capitana Pirata
≈ Raza:
Espectro/Espíritu
≈ Sexo:
Femenino
≈ Edad:
18, aunque luce un tanto mas joven
≈ Orientación:
Heterosexual
≈ Apariencia Física:
Ella es una joven esbelta y de contextura fina, algo menuda y con una apariencia de fragilidad. Su piel, parece estar beba de porcelana, debido al tacto terso y suave de esta además de su blanco, más no pálido, tono, con zonas levemente rosas en los pómulos, hombros, codos, talones y rodillas. Posee piernas largas en relación a su altura, no demasiado flacas ni musculosas, pero muy atléticas y fuertes sin quitar el aspecto refinado en ellas. Su torso, al igual que todo su cuerpo, tiene ese mismo porte elegante y grácil, pero siempre listo para un combate y poseyente de gran fuerza física, en este los pechos no son algo que destaquen, debido a que no tienen un tamaño fuera de lo normal, e incluso algo pequeño. Su rostro posee rasgos suaves y juveniles, con labios levemente delgados y rosas junto a unos ojos azules grandes y expresivos que siempre llevan esa mirada de confianza y seguridad, tornándose algunas veces rudos o serios dependiendo de la situación. Su cabello es de un color azabache, ondulado como el oleaje marino y corto hasta la altura de los hombros, sedoso y suave a pesar de las condiciones.
A pesar de su raza y gracias a su habilidad, ella es de carne y hueso como cualquier humano. Su corazón palpita y bombea la rojiza sangre por sus venas y arterias, los órganos se mantienen en total funcionamiento al igual que sus nervios, por lo que es capaz de sentir dolor. Sin embargo, su cuerpo propio no genera calor, por lo que siempre permanece fría y por esa misma razón no le agrada que la toquen. Además, cuando está "muerta", la piel de su cuerpo físico se torna palidísima y todo en ella deja de "funcionar". Mientras tanto, su "alma" sigue igual, pero se vuelve semitransparente(?) e inmaterial.
Su vestimenta suele ser bastante simple y algo reveladora, solo consistiendo en una polera blanca de cuello verde, similar a un traje de marinero, con un pañuelo rojo fuerte de adorno, como si fuera una corbata. La polera puede variar en largo, a veces midiendo lo de una común, pero otras dejando a la vista su vientre. De la cintura para abajo lleva un short blanco de bordes verdes, su tamaño también suele variar desde unos sueltos largos la mitad del muslo algo cerca de la rodilla hasta otros ajustados y pequeños, que cubren no más de 10 o 15 centímetros de la pierna. En otras ocasiones usa una falda del mismo diseño que los shorts, esta es corta y cubre un poco más de lo "necesario", aunque no la usa seguido y cuando si usa una debida calza color azul marino. Además, lleva siempre una especie de boina de marinero blanca con la figura de un ancla gris en la parte delantera. También posee un traje mas "invernal y formal", aunque más masculino, que consta con una camisa, si, camisa, no blusa, blanca, de mangas largas y un tanto ajustada, un pantalón negro ajustado que siempre esta arremangado hasta debajo de la rodilla. Además, lleva una chaqueta blanca con detalles en dorado sobre los hombros como si fuera una capa. En este traje también lleva una boina marinera, solo que la "solapa” de esta es negra. En ambos trajes y en todo momento, siempre lleva en su espalda su infaltable ancla, que maneja hábilmente como arma.
≈ Foto:
≈ Personalidad:
En apariencia y personalidad es completamente diferente, mientras que en una parece toda una muñequita, en la otra no es nada de eso. Psicológicamente es más bien masculina, violenta, ruda y temperamental. Las groserías están presentes en su vocabulario natural, y aun más cuando se enfada, ya que empieza a lanzar calumnias a diestra y siniestra. A pesar de esto ella es muy alegre y entusiasta, algo malhumorada a veces, levemente infantil en ciertas ocasiones y amante de aquellas ruidosas "fiestas" de piratas en los bares y de molestar a los demás. Aunque en ellas no bebe mucho, y si lo hace, en pocas cantidades y bebidas con un grado bajo de alcohol. Es una temeraria y muy segura de si misma, lo que la lleva a ser egocéntrica algunas veces. Rebelde por naturaleza y como el mar, siempre a su ritmo y haciendo las cosas a su gusto, cuando y donde quiera. Asimismo, terca, no soporta ni soportara jamás un "no" por respuesta aunque tenga que tomar lo que ella quiere por la fuerza. Y no es como si no le desagradara mucho la idea, uno de sus "hobbies" es la lucha, no importa si es para obtener algo o meramente por diversión, en ningún momento dejara de disfrutar el enfrentamiento ni de tomarlo en serio. Su naturaleza es muy competitiva, codiciosa y, por sobretodo, aventurera, por lo que siempre anda en busca de una nueva travesía de algún tesoro oculto y luchando por el puesto de la mejor de las piratas. A pesar de que a veces puede ser algo hostil y tramposa, la verdad es que no es tan mala persona, buena amiga y leal. La lealtad es también una de sus cualidades positivas, nunca deja abandonado a un compañero ni mucho menos a un amigo. Una característica más es que es muy buena haciendo estrategias de combate o de infiltración, lo que le permitió llegar al puesto de capitana del Seireisen. En definitiva es mucho mejor ser su amigo o su enemigo, ya que una ves ganándose ese puesto será muy difícil, por no decir imposible, que ella lo trate mínimamente bien.
A pesar de que pareciera como si el hecho de estar muerta no le importara en lo mas mínimo, la verdad es que es algo que le aqueja bastante. No le teme a la muerte, después de todo, al pasar un tiempo "revivirá", sin embargo, a lo que de verdad le teme es no volver a su cuerpo jamás, ya que eso le significaría pasar el resto de la eternidad como una inútil alma en pena, un simple fantasma. Por otro lado, el hecho de no poseer calidez corporal también la decae y hace que deteste que la toquen, ya que el calor para ella es una sensación de amor y alegría, de la cual siente carecer por su temperatura. Al tocarla, ella puede enojarse bastante con quien lo hizo, y es casi una ley en el barco la prohibición a hacerlo. A veces, incluso, puede llegar a castigar por ese hecho tan "minúsculo". Pero bien depende de su estado de ánimo, ya que a pesar de no ser exagerada tiende a "cargar" sus penas o enfados con otras personas.
Aún así, ella no es siempre la misma chica entusiasta, molestosa y alegre. Hay ciertos momentos en los que se vuelve sensible, generalmente cuando las pesadillas de sus escasos pero horrendos recuerdos la atormentan. Aunque su personalidad no cambia en mucho, la principal diferencia es que de una marimacha pasa a toda una señorita aristócrata. Esto ocurre principalmente como un “rastro” de cuando era más pequeña. Como si fuera una personalidad alterna, la “verdadera” Murasa suele avergonzarse cuando se muestra tan indefensa.
≈ Gustos:
- El mar, sobre todas las cosas.
- Las ruidosas fiestas de piratas realizadas tanto en los barcos como en bares.
- Lucha, su mayor hobbie.
- Ganar estas.
- Ser reconocida, aunque le importa un soberano pepino la opinión de los demás y ser “aceptada” por estos, siempre le sienta bien ser vista como la “Gran Capitana Fantasma”.
- Conseguir lo que quiere, lo que ocurre en la mayoría de las ocasiones.
- Burlar a los nobles, se le hace mucha gracia.
- Molestar, la joda(?)
- El mero hecho de que la obedezcan, le gusta sentirse poderosa(?)
≈ Disgustos:
- Nobles, los odia, los detesta con toda su alma.
- El hecho de no poder recordar ni su propio nombre, excluyendo las escenas ya mencionadas.
- Las pesadillas que contienen lo único que sabe de su doloroso pasado.
- Perder, es mala perdedora.
- Que la menosprecien.
- No conseguir lo que quiere.
- Morir, que por su “habilidad” no es un miedo, más bien un disgusto.
- Ser tocada.
≈ Habilidades:
Su habilidad principal, si es que se puede considerar una, es el hecho de que tenga una forma "humana" otra "fantasmal", esta última presentándose solo en ciertas condiciones. Cada una tiene habilidades y debilidades distintas.
- En forma "humana" ella es sólida y poseyente de una fuerza sobrehumana, lo que la hace capaz de levantar su pesadísima ancla sin problema alguno. Su cuerpo no envejece, ya que a pesar de que "funciona" sigue estando muerto y no le afecta el paso del tiempo. Por esta misma razón, no puede morir de hambre, ya que no necesita comer, ni por las temperaturas, además, es capaz de contener la respiración por tiempo indefinido ya que esto no es una necesidad, si no una costumbre, por lo que tampoco muere por asfixia o ahogo. Si muere, pasa a su forma fantasmal y el cuerpo se regenera de heridas, la sangre y los órganos vitales, aunque para eso necesita estar junto, claro.
- Además, posee una gran agilidad y rapidez a pesar del peso de su arma.
- Como toda pirata, también es buena en el manejo de otras armas como pistolas y espadas, aunque no tan hábil como con el ancla dada la diferencia del peso.
- En su forma fantasmal, al volverse inmaterial, no puede ser tocada y gana la capacidad de atravesar paredes, levitar y volverse invisible al ojo humano.
≈ Debilidades:
Al igual que en habilidades, posee distintas desventajas para cada "forma".
- Como humana, siente hambre, dolor, cansancio y una herida grave la puede matar (entre comillas, ya que mas bien pasa a su forma de fantasma). Aún cuando hay razones que no la matan, otras si que serian el desangramiento. Los días calurosos la agotan y debilitan más que a un humano normal, ya que su temperatura corporal es mucho menor, esto también la vuelve débil al fuego. Además, a pesar de que su cuerpo puede renovar los órganos -En el proceso de "recuperación"-, no puede las extremidades, y si el cuerpo no esta al cien por ciento completo Murasa no puede volver a "vivir" nuevamente y deberá quedarse en su forma fantasmal para siempre o hasta que la parte faltante se recupere. Por otro lado, la "recuperación corpórea" tarda un buen tiempo, como mínimo un mes hasta años.
- Su forma fantasmal puede verse la más conveniente, ya que no puede ser tocada ni dañada, además de que tiene otras dos ventajas. Sin embargo, realmente es la más inconveniente ya que pierde todos sus sentidos excepto la vista y la audición (sin contar la habilidad de habla). Es inmaterial por lo tanto al igual que no puede ser tocada no puede tocar, ni mucho menos "poseer" a las personas como los fantasmas de las novelas, por lo que es completamente inofensiva en esa forma. Claro, a menos que le tengas una fobia mortal a los fantasmas(?).
≈ Historia:
Una vaga iluminación, un recuerdo borroso. Corriendo, no, escapando de una brigada de hombres. La respiración agitada de una mujer, el jadeo de una infante, maldiciones en voz baja de parte de una voz masculina y... Pasos, muchos pasos en un ritmo sin fin, unos fuertes, cercanos, y otros más leves y alejados, pero acercándose poco a poco... Los pasos se detienen de golpe, no hay salida. El sonido de un disparo, un quejido, luego un gemido y llanto colmado de terror, otro hombre habla, se escucha a la mujer, su madre, profiriendo sonidos de dolor... Luego, oscuridad total, una espada desenvainándose... Gritos desgarradores y el putrefacto olor a sangre...
Leve luz, sonido de agua impactando contra el suelo... Lluvia, truenos, una tormenta. Rechinidos de madera, olor a mar, a sangre. Espadas chocando entre si, en una lucha por la supervivencia. Dos hombres; un noble y un pirata, su padre, peleando... Oscuridad, gritos, rechinidos, truenos, hablas, miles de sonidos mezclados, distorsionados en una retorcida melodía... Una explosión, muchas otras le siguen. Fuego, fuego en medio del mar, el barco se quema... La madera se resquebraja, una niña chilla de miedo... El pirata grita su nombre, el ruido no permite identificar cual es, pero luego, en un golpe traicionero lo atraviesan y cae... Su cuerpo cae, cae... Como una pluma en el aire, se hunde, en aguas profundas, como la chica... Frío intenso, incapacidad al respirar, agua por todos lados, su hora llego... Un abrazo, la canción de cuna de las sirenas, obscuridad total..."Mamá..."
Eso, eso es lo único que Murasa recuerda; La muerte de su madre, la de su padre y la suya propia. Sin embargo, ¿Como llegamos a esto? ¿Cual es la razón para la que eso ocurriera? Eso, señores y señoras, es lo que se vera ahora mismo...
Nuestra historia se remonta unas cuantas décadas atrás, mucho antes del nacimiento de la Capitana. En algún lugar del mundo, no se sabe donde exactamente, existía una joven ferviente, bella y pura. Piel de porcelana, cabellos largos con tacto de terciopelo, sus ojos eran piedras preciosas, y su voz la de una sirena. Desde pequeña, esta joven había demostrado un gran interés y amor por el mar, aunque su rigurosa educación le impedía disfrutar de el. Y no solo eso, si no que al pertenecer a la nobleza, se encontraba comprometida con un apuesto caballero, casi diez años mayor que ella. El, era un avaro, codicioso y estirado, pero se había enamorado de la joven desde el primer momento en que la vio. Sin embargo, ella no le correspondía ya que el no le inspiraba lo que deseaba en un hombre; espíritu libre. No tenían una mala relación, pero tampoco era muy buena. Habían sus momentos felices, claro, pero no le agradaba el hecho de tener que besar, abrazar y, pronto, unirse sagradamente con alguien que no amaba. Por el, ella no era feliz, por el, ella no se sentiría plena por el resto de su vida. Sin embargo, cuando ella se encontraba por cumplir los veinte, a unos meses de su boda, conoció a otro hombre. Joven, apuesto, aún más que su prometido, vestido con ropas no elegantes ni pobres, de naturaleza aventurera y espíritu rebelde. Su encuentro fue en medio de las calles de la ciudadela, un pequeño choque ocasionado por culpa de la impaciencia de el. Al inicio ni se hablaban y el era muy hostil. Se encontraban seguido, siempre peleándose al final. Pero eso no impedía a que uno sintiera cierta atracción por el otro.
Pasaron los meses y poco a poco se fueron amistando, hasta que finalmente, a una semana de la boda, el la invito a un bar. Aún sabiendo que estaba mal, la chica no pudo resistirse a la oferta y accedió. Lo que empezó como una simple cita, termino como una bochornosa fiesta de bebida, en la cual ambos, bajo el efecto del ron, vino y ginebra, pasaron una noche de amor, rompiendo leyes morales sin importarles nada más que disfrutar de su amor. A la mañana siguiente, el le confeso a ella su verdadera identidad; era el capitán de un barco pirata, había venido solo a hacer unos "negocios" y pronto zarparía a tierras nuevas. La mujer, perdidamente enamorada de el, rogó acompañarle, pero el le dijo que no podía y que debía quedarse para estar segura; el mar tenía muchos peligros. Con el dolor de su alma, le juro amor eterno y se despidió de el en la costa, el día anterior a su boda.
La ceremonia se celebro como cualquier otra, una elegante fiesta con vals, postres y un hermoso vestido blanco. Pero, aun cuando fue la boda soñada de cualquiera, ella sufría por dentro, sufría por el vacío de su alma, por la falta del pirata que cautivó su corazón, que poseyó su cuerpo, pero a quien probablemente nunca vuelva a ver...
Los meses pasaron con lentitud, la monotonía de cada día en la nobleza se le eran pesados a la joven, en especial por su partido corazón. Un día, empezó a sentirse mareada de la nada, vomitaba y sentía dolores en su vientre ahora algo hinchado. Inmediatamente su esposo la puso bajo el intensivo cuidado de las sirvientas y llamo a un medico. El problema fue encontrado a la segunda revisión, sin embargo, no era lo que se esperaba... Lo que a la señora le ocurría, no era una maldición, si no que el milagro de una vida creciendo dentro de ella, una pequeña aún en su periodo de gestación. Algo maravilloso para el varón, pero no tanto para ella... No era como si no soñara con tener un hijo alguna vez, pero le aquejaba el hecho de que ahora no tendría escapatoria del matrimonio, ya que el bebe era probablemente de su esposo. El tiempo paso, más lentamente que nunca, ya que a todo lo de siempre se le sumaban los dolores e incomodidades típicas del embarazo. Finalmente, el día del nacimiento llego. Un afanoso parto le permitió a una niña nacer, la actual capitana Murasa, aunque bajo otro nombre en ese entonces.
Inmediatamente, su madre se dio cuenta de algo; Ella, era hija del pirata. No había cabida de duda, su cabello azabache y ondulado como el oleaje, ojos de azul profundo como el mar, exactamente igual a su padre... Fuertemente la abrazo apenas pudo, y derramo lágrimas tanto de felicidad como de nostalgia, cuidaría y educaría a esa bebé como se debería, como ella y su verdadero padre desearían...
Apenas pudo levantarse de la cama, acudió al puerto con una botella entre las manos. Una botella de vino hecha de un resistente cristal, cuyo contenido era una pequeña carta enrollada. Desde allí mismo, la tiro a agua, rogando a Dios para que llegara a su destino por muy improbable que fuese. Pasaron los años, en los cuales Murasa fue criada con amor como cualquier otra noble. Ética, lectura, música, artes, idiomas, etc. ... Todo mediante profesores particulares que su "padre" le contrataba. Este tenía sus ligeras sospechas, pero su amor por su esposa le impedía darse cuenta de la verdad.
Un día, cuando Murasa acababa de cumplir los 8, una embarcación pesquera fue invadida por viles piratas en busca del pescado para comercializarlo ellos mismos. Entre ellos, estaba su verdadero progenitor como el capitán. Ya barbudo, aunque igual de apuesto y con la misma personalidad de siempre. Indagó entre las recientes capturas para revisar que clase de "mercancía" había obtenido. Ahí fue cuando la encontró, aquella botella enviada hace varios años por la mujer. Al instante no se dio cuenta, claro, pero movido por la curiosidad sobre la nota en esta, quitó el corcho y leyó. La carta al estar escrita con tinta y por su tiempo a la deriva, tenía varias manchas de que impedían la lectura de algunas palabras;
A pesar de que los nombres y fechas estaban inconvenientemente ilegibles, sabía la procedencia de esa carta. Inmediatamente, partió al lugar en donde conoció a su amada. Una semana se tardó en total, sin contar los años ya pasados, pero finalmente llegó con el objetivo de tomar a la doncella y a su hija. Era arriesgado hacer una emboscada en donde mataría al bastardo que se casó con SU mujer, por mucho que lo deseara, así que se limitó a hacer el “secuestro” e irse del país.
Todo fue a medianoche, en medio de una fiesta. Todos se encontraban despistados en el baile y en el banquete, por lo que los piratas se colaron sin mayores problemas. El capitán, robándole la ropa a un invitado, logró acercarse a la mujer, quien pudo reconocerlo inmediatamente. Esta, se apresuró a buscar a su hija, pero por un acto delator de ella ante desconfiar que el pirata fuera su verdadero padre, cargó todo el perfecto plan de huida, haciendo que tuvieran que escapar por lo pasadizos secretos de la mansión. Ahí fue cuando ocurrió el asesinato de la madre… Estaban corriendo, madre e hija cansadas ya y esta última muy asustada, mientras que el padre lanzaba maldiciones por lo bajo. Eran perseguidos por el esposo y por los guardias, el primero indignado por la infidelidad. Los acorralaron y el noble asesinó a su propia esposa. Furioso, el pirata le disparó a la cabeza, pero por la furia y obscuridad solo logró darle al hombro. La sangre le hervía y no casi no podía contenerse a matarlo, pero tuvo que hacerlo, ya que su hija, el único recuerdo que le quedaba estaba muy asustada y llorando. Afortunadamente justo en ese momento sus tripulantes llegaron, rompiendo las paredes a bombazos y se llevaron a la niña a un lugar seguro, para permitirle al capitán hacer una salida triunfal incendiando de paso todo el lugar.
Los siguientes años transcurrieron de manera dura para Murasa, quien de un ambiente refinado pasó a la cruel realidad pirata. En vez de bellas damas de compañía y elegantes mayordomos, convivió con hombres fornidos, peludos, alcohólicos, groseros y violentos, quien estaban amenazados a muerte por su capitán en tocarle un solo pelo a la niña. Diez años pasaron, en los cuales a pesar de las condiciones Murasa creció como una chica feliz, muy fuerte y con habilidad manejando una curiosa arma, el ancla, además de otras, todo eso sin dejar de ser refinada.
Sin embargo, una noche de tormenta el barco fue atacado por los Capitanes Reales, pero no por cualquiera, si no que por el “padre” de Murasa, quien al perderlo todo en el incendio tuvo que unirse a la armada para sobrevivir y, además, darle caza al Capitán Pirata que le causó tanta miseria. El barco estaba en llamas, el mar negro por la tormenta y sangre por doquier. La pelea había sido intensa, pero Murasa no participó a órdenes de su padre, quien ahora estaba luchando con el noble. Por mucho que ella quisiera ayudar, no quería desobedecer a su padre, pero su instinto la venció y salió a combatir con una espada, lo que más cercano tenía.
Pero justo antes de que lograra ir al rescate de su padre, muchas explosiones causadas por balas de cañón impactaron el barco, haciéndola tambalearse y, luego, caer al agua al romperse la madera bajo sus pies. Su padre gritó su nombre, estirando su mano hacia ella como si intentara atraparla, pero en eso el noble lo atacó por la espalda, asesinándolo y dejándolo caer con su hija al mar…
Murasa sentía el agua en los pulmones, la dificultad para respirar era cada vez mayor, la turbulenta agua le impedía nadar y la hacia chocar con trozos de madera sueltos, golpeándose varias veces hasta quedar inconsciente, aunque no se sabe si realmente fue eso, por la falta de aire, o por otra cosa… Creía que era el fin, no, más bien lo sabía, e internamente lloró por todo lo ocurrido, haber perdido a su madre de joven, saber que nunca fue de la misma sangre de quien creía era su padre y por muchas otras cosas más… Cerró los ojos resignada y dejó de luchar contra la corriente. Más lo que esperaba no ocurrió; escuchó un canto, un bello canto, una nana de las sirenas, y por un cálido abrazo al cual respondió con un dulce e inocente "Mamá..." recordando las caricias de esta. Por alguna razón y de alguna manera, ella fue rescatada por una, que le dio el “don” de la “vida en muerte” a cambio de su memoria. Obviamente, este trato no fue hecho por ambas partes, ya que Murasa yacía muerta en el momento.
La sirena, además, la llevó al otro lado del mundo para que fuera encontrada por una embarcación pirata que le dio su nombre, en la cual trabajó como una pirata cualquiera, con su personalidad ya cambiada a la “actual”. Pasó poco tiempo en el cual ascendió de “rango” entre piratas, hasta ser dueña de su propia embarcación; El Seireisen.
≈ Otros Datos:
- Posee una baja percepción del frío pero una alta del calor por la baja temperatura "normal" de su cuerpo. Por lo que no sentiría frío a menos que que corra el peligro de congelarse pero estaría acalorada cuando para un humano común el clima esta “tibio”.
- Su actual nombre fue dado por quienes la encontraron, debido a que ella por su amnesia olvidó el original.
≈ Anime/Manga/Videojuego:
Touhou
≈ Nombre original:
Minamitsu Murasa
Murasa Minamitsu
≈ Apodo/Alias:
(Gran) Capitana Fantasma / (Great) Phantom Capitain
≈ Estatus:
Capitana Pirata
≈ Raza:
Espectro/Espíritu
≈ Sexo:
Femenino
≈ Edad:
18, aunque luce un tanto mas joven
≈ Orientación:
Heterosexual
≈ Apariencia Física:
Ella es una joven esbelta y de contextura fina, algo menuda y con una apariencia de fragilidad. Su piel, parece estar beba de porcelana, debido al tacto terso y suave de esta además de su blanco, más no pálido, tono, con zonas levemente rosas en los pómulos, hombros, codos, talones y rodillas. Posee piernas largas en relación a su altura, no demasiado flacas ni musculosas, pero muy atléticas y fuertes sin quitar el aspecto refinado en ellas. Su torso, al igual que todo su cuerpo, tiene ese mismo porte elegante y grácil, pero siempre listo para un combate y poseyente de gran fuerza física, en este los pechos no son algo que destaquen, debido a que no tienen un tamaño fuera de lo normal, e incluso algo pequeño. Su rostro posee rasgos suaves y juveniles, con labios levemente delgados y rosas junto a unos ojos azules grandes y expresivos que siempre llevan esa mirada de confianza y seguridad, tornándose algunas veces rudos o serios dependiendo de la situación. Su cabello es de un color azabache, ondulado como el oleaje marino y corto hasta la altura de los hombros, sedoso y suave a pesar de las condiciones.
A pesar de su raza y gracias a su habilidad, ella es de carne y hueso como cualquier humano. Su corazón palpita y bombea la rojiza sangre por sus venas y arterias, los órganos se mantienen en total funcionamiento al igual que sus nervios, por lo que es capaz de sentir dolor. Sin embargo, su cuerpo propio no genera calor, por lo que siempre permanece fría y por esa misma razón no le agrada que la toquen. Además, cuando está "muerta", la piel de su cuerpo físico se torna palidísima y todo en ella deja de "funcionar". Mientras tanto, su "alma" sigue igual, pero se vuelve semitransparente(?) e inmaterial.
Su vestimenta suele ser bastante simple y algo reveladora, solo consistiendo en una polera blanca de cuello verde, similar a un traje de marinero, con un pañuelo rojo fuerte de adorno, como si fuera una corbata. La polera puede variar en largo, a veces midiendo lo de una común, pero otras dejando a la vista su vientre. De la cintura para abajo lleva un short blanco de bordes verdes, su tamaño también suele variar desde unos sueltos largos la mitad del muslo algo cerca de la rodilla hasta otros ajustados y pequeños, que cubren no más de 10 o 15 centímetros de la pierna. En otras ocasiones usa una falda del mismo diseño que los shorts, esta es corta y cubre un poco más de lo "necesario", aunque no la usa seguido y cuando si usa una debida calza color azul marino. Además, lleva siempre una especie de boina de marinero blanca con la figura de un ancla gris en la parte delantera. También posee un traje mas "invernal y formal", aunque más masculino, que consta con una camisa, si, camisa, no blusa, blanca, de mangas largas y un tanto ajustada, un pantalón negro ajustado que siempre esta arremangado hasta debajo de la rodilla. Además, lleva una chaqueta blanca con detalles en dorado sobre los hombros como si fuera una capa. En este traje también lleva una boina marinera, solo que la "solapa” de esta es negra. En ambos trajes y en todo momento, siempre lleva en su espalda su infaltable ancla, que maneja hábilmente como arma.
≈ Foto:
- Spoiler:
≈ Personalidad:
En apariencia y personalidad es completamente diferente, mientras que en una parece toda una muñequita, en la otra no es nada de eso. Psicológicamente es más bien masculina, violenta, ruda y temperamental. Las groserías están presentes en su vocabulario natural, y aun más cuando se enfada, ya que empieza a lanzar calumnias a diestra y siniestra. A pesar de esto ella es muy alegre y entusiasta, algo malhumorada a veces, levemente infantil en ciertas ocasiones y amante de aquellas ruidosas "fiestas" de piratas en los bares y de molestar a los demás. Aunque en ellas no bebe mucho, y si lo hace, en pocas cantidades y bebidas con un grado bajo de alcohol. Es una temeraria y muy segura de si misma, lo que la lleva a ser egocéntrica algunas veces. Rebelde por naturaleza y como el mar, siempre a su ritmo y haciendo las cosas a su gusto, cuando y donde quiera. Asimismo, terca, no soporta ni soportara jamás un "no" por respuesta aunque tenga que tomar lo que ella quiere por la fuerza. Y no es como si no le desagradara mucho la idea, uno de sus "hobbies" es la lucha, no importa si es para obtener algo o meramente por diversión, en ningún momento dejara de disfrutar el enfrentamiento ni de tomarlo en serio. Su naturaleza es muy competitiva, codiciosa y, por sobretodo, aventurera, por lo que siempre anda en busca de una nueva travesía de algún tesoro oculto y luchando por el puesto de la mejor de las piratas. A pesar de que a veces puede ser algo hostil y tramposa, la verdad es que no es tan mala persona, buena amiga y leal. La lealtad es también una de sus cualidades positivas, nunca deja abandonado a un compañero ni mucho menos a un amigo. Una característica más es que es muy buena haciendo estrategias de combate o de infiltración, lo que le permitió llegar al puesto de capitana del Seireisen. En definitiva es mucho mejor ser su amigo o su enemigo, ya que una ves ganándose ese puesto será muy difícil, por no decir imposible, que ella lo trate mínimamente bien.
A pesar de que pareciera como si el hecho de estar muerta no le importara en lo mas mínimo, la verdad es que es algo que le aqueja bastante. No le teme a la muerte, después de todo, al pasar un tiempo "revivirá", sin embargo, a lo que de verdad le teme es no volver a su cuerpo jamás, ya que eso le significaría pasar el resto de la eternidad como una inútil alma en pena, un simple fantasma. Por otro lado, el hecho de no poseer calidez corporal también la decae y hace que deteste que la toquen, ya que el calor para ella es una sensación de amor y alegría, de la cual siente carecer por su temperatura. Al tocarla, ella puede enojarse bastante con quien lo hizo, y es casi una ley en el barco la prohibición a hacerlo. A veces, incluso, puede llegar a castigar por ese hecho tan "minúsculo". Pero bien depende de su estado de ánimo, ya que a pesar de no ser exagerada tiende a "cargar" sus penas o enfados con otras personas.
Aún así, ella no es siempre la misma chica entusiasta, molestosa y alegre. Hay ciertos momentos en los que se vuelve sensible, generalmente cuando las pesadillas de sus escasos pero horrendos recuerdos la atormentan. Aunque su personalidad no cambia en mucho, la principal diferencia es que de una marimacha pasa a toda una señorita aristócrata. Esto ocurre principalmente como un “rastro” de cuando era más pequeña. Como si fuera una personalidad alterna, la “verdadera” Murasa suele avergonzarse cuando se muestra tan indefensa.
≈ Gustos:
- El mar, sobre todas las cosas.
- Las ruidosas fiestas de piratas realizadas tanto en los barcos como en bares.
- Lucha, su mayor hobbie.
- Ganar estas.
- Ser reconocida, aunque le importa un soberano pepino la opinión de los demás y ser “aceptada” por estos, siempre le sienta bien ser vista como la “Gran Capitana Fantasma”.
- Conseguir lo que quiere, lo que ocurre en la mayoría de las ocasiones.
- Burlar a los nobles, se le hace mucha gracia.
- Molestar, la joda(?)
- El mero hecho de que la obedezcan, le gusta sentirse poderosa(?)
≈ Disgustos:
- Nobles, los odia, los detesta con toda su alma.
- El hecho de no poder recordar ni su propio nombre, excluyendo las escenas ya mencionadas.
- Las pesadillas que contienen lo único que sabe de su doloroso pasado.
- Perder, es mala perdedora.
- Que la menosprecien.
- No conseguir lo que quiere.
- Morir, que por su “habilidad” no es un miedo, más bien un disgusto.
- Ser tocada.
≈ Habilidades:
Su habilidad principal, si es que se puede considerar una, es el hecho de que tenga una forma "humana" otra "fantasmal", esta última presentándose solo en ciertas condiciones. Cada una tiene habilidades y debilidades distintas.
- En forma "humana" ella es sólida y poseyente de una fuerza sobrehumana, lo que la hace capaz de levantar su pesadísima ancla sin problema alguno. Su cuerpo no envejece, ya que a pesar de que "funciona" sigue estando muerto y no le afecta el paso del tiempo. Por esta misma razón, no puede morir de hambre, ya que no necesita comer, ni por las temperaturas, además, es capaz de contener la respiración por tiempo indefinido ya que esto no es una necesidad, si no una costumbre, por lo que tampoco muere por asfixia o ahogo. Si muere, pasa a su forma fantasmal y el cuerpo se regenera de heridas, la sangre y los órganos vitales, aunque para eso necesita estar junto, claro.
- Además, posee una gran agilidad y rapidez a pesar del peso de su arma.
- Como toda pirata, también es buena en el manejo de otras armas como pistolas y espadas, aunque no tan hábil como con el ancla dada la diferencia del peso.
- En su forma fantasmal, al volverse inmaterial, no puede ser tocada y gana la capacidad de atravesar paredes, levitar y volverse invisible al ojo humano.
≈ Debilidades:
Al igual que en habilidades, posee distintas desventajas para cada "forma".
- Como humana, siente hambre, dolor, cansancio y una herida grave la puede matar (entre comillas, ya que mas bien pasa a su forma de fantasma). Aún cuando hay razones que no la matan, otras si que serian el desangramiento. Los días calurosos la agotan y debilitan más que a un humano normal, ya que su temperatura corporal es mucho menor, esto también la vuelve débil al fuego. Además, a pesar de que su cuerpo puede renovar los órganos -En el proceso de "recuperación"-, no puede las extremidades, y si el cuerpo no esta al cien por ciento completo Murasa no puede volver a "vivir" nuevamente y deberá quedarse en su forma fantasmal para siempre o hasta que la parte faltante se recupere. Por otro lado, la "recuperación corpórea" tarda un buen tiempo, como mínimo un mes hasta años.
- Su forma fantasmal puede verse la más conveniente, ya que no puede ser tocada ni dañada, además de que tiene otras dos ventajas. Sin embargo, realmente es la más inconveniente ya que pierde todos sus sentidos excepto la vista y la audición (sin contar la habilidad de habla). Es inmaterial por lo tanto al igual que no puede ser tocada no puede tocar, ni mucho menos "poseer" a las personas como los fantasmas de las novelas, por lo que es completamente inofensiva en esa forma. Claro, a menos que le tengas una fobia mortal a los fantasmas(?).
≈ Historia:
Una vaga iluminación, un recuerdo borroso. Corriendo, no, escapando de una brigada de hombres. La respiración agitada de una mujer, el jadeo de una infante, maldiciones en voz baja de parte de una voz masculina y... Pasos, muchos pasos en un ritmo sin fin, unos fuertes, cercanos, y otros más leves y alejados, pero acercándose poco a poco... Los pasos se detienen de golpe, no hay salida. El sonido de un disparo, un quejido, luego un gemido y llanto colmado de terror, otro hombre habla, se escucha a la mujer, su madre, profiriendo sonidos de dolor... Luego, oscuridad total, una espada desenvainándose... Gritos desgarradores y el putrefacto olor a sangre...
Leve luz, sonido de agua impactando contra el suelo... Lluvia, truenos, una tormenta. Rechinidos de madera, olor a mar, a sangre. Espadas chocando entre si, en una lucha por la supervivencia. Dos hombres; un noble y un pirata, su padre, peleando... Oscuridad, gritos, rechinidos, truenos, hablas, miles de sonidos mezclados, distorsionados en una retorcida melodía... Una explosión, muchas otras le siguen. Fuego, fuego en medio del mar, el barco se quema... La madera se resquebraja, una niña chilla de miedo... El pirata grita su nombre, el ruido no permite identificar cual es, pero luego, en un golpe traicionero lo atraviesan y cae... Su cuerpo cae, cae... Como una pluma en el aire, se hunde, en aguas profundas, como la chica... Frío intenso, incapacidad al respirar, agua por todos lados, su hora llego... Un abrazo, la canción de cuna de las sirenas, obscuridad total..."Mamá..."
Eso, eso es lo único que Murasa recuerda; La muerte de su madre, la de su padre y la suya propia. Sin embargo, ¿Como llegamos a esto? ¿Cual es la razón para la que eso ocurriera? Eso, señores y señoras, es lo que se vera ahora mismo...
Nuestra historia se remonta unas cuantas décadas atrás, mucho antes del nacimiento de la Capitana. En algún lugar del mundo, no se sabe donde exactamente, existía una joven ferviente, bella y pura. Piel de porcelana, cabellos largos con tacto de terciopelo, sus ojos eran piedras preciosas, y su voz la de una sirena. Desde pequeña, esta joven había demostrado un gran interés y amor por el mar, aunque su rigurosa educación le impedía disfrutar de el. Y no solo eso, si no que al pertenecer a la nobleza, se encontraba comprometida con un apuesto caballero, casi diez años mayor que ella. El, era un avaro, codicioso y estirado, pero se había enamorado de la joven desde el primer momento en que la vio. Sin embargo, ella no le correspondía ya que el no le inspiraba lo que deseaba en un hombre; espíritu libre. No tenían una mala relación, pero tampoco era muy buena. Habían sus momentos felices, claro, pero no le agradaba el hecho de tener que besar, abrazar y, pronto, unirse sagradamente con alguien que no amaba. Por el, ella no era feliz, por el, ella no se sentiría plena por el resto de su vida. Sin embargo, cuando ella se encontraba por cumplir los veinte, a unos meses de su boda, conoció a otro hombre. Joven, apuesto, aún más que su prometido, vestido con ropas no elegantes ni pobres, de naturaleza aventurera y espíritu rebelde. Su encuentro fue en medio de las calles de la ciudadela, un pequeño choque ocasionado por culpa de la impaciencia de el. Al inicio ni se hablaban y el era muy hostil. Se encontraban seguido, siempre peleándose al final. Pero eso no impedía a que uno sintiera cierta atracción por el otro.
Pasaron los meses y poco a poco se fueron amistando, hasta que finalmente, a una semana de la boda, el la invito a un bar. Aún sabiendo que estaba mal, la chica no pudo resistirse a la oferta y accedió. Lo que empezó como una simple cita, termino como una bochornosa fiesta de bebida, en la cual ambos, bajo el efecto del ron, vino y ginebra, pasaron una noche de amor, rompiendo leyes morales sin importarles nada más que disfrutar de su amor. A la mañana siguiente, el le confeso a ella su verdadera identidad; era el capitán de un barco pirata, había venido solo a hacer unos "negocios" y pronto zarparía a tierras nuevas. La mujer, perdidamente enamorada de el, rogó acompañarle, pero el le dijo que no podía y que debía quedarse para estar segura; el mar tenía muchos peligros. Con el dolor de su alma, le juro amor eterno y se despidió de el en la costa, el día anterior a su boda.
La ceremonia se celebro como cualquier otra, una elegante fiesta con vals, postres y un hermoso vestido blanco. Pero, aun cuando fue la boda soñada de cualquiera, ella sufría por dentro, sufría por el vacío de su alma, por la falta del pirata que cautivó su corazón, que poseyó su cuerpo, pero a quien probablemente nunca vuelva a ver...
Los meses pasaron con lentitud, la monotonía de cada día en la nobleza se le eran pesados a la joven, en especial por su partido corazón. Un día, empezó a sentirse mareada de la nada, vomitaba y sentía dolores en su vientre ahora algo hinchado. Inmediatamente su esposo la puso bajo el intensivo cuidado de las sirvientas y llamo a un medico. El problema fue encontrado a la segunda revisión, sin embargo, no era lo que se esperaba... Lo que a la señora le ocurría, no era una maldición, si no que el milagro de una vida creciendo dentro de ella, una pequeña aún en su periodo de gestación. Algo maravilloso para el varón, pero no tanto para ella... No era como si no soñara con tener un hijo alguna vez, pero le aquejaba el hecho de que ahora no tendría escapatoria del matrimonio, ya que el bebe era probablemente de su esposo. El tiempo paso, más lentamente que nunca, ya que a todo lo de siempre se le sumaban los dolores e incomodidades típicas del embarazo. Finalmente, el día del nacimiento llego. Un afanoso parto le permitió a una niña nacer, la actual capitana Murasa, aunque bajo otro nombre en ese entonces.
Inmediatamente, su madre se dio cuenta de algo; Ella, era hija del pirata. No había cabida de duda, su cabello azabache y ondulado como el oleaje, ojos de azul profundo como el mar, exactamente igual a su padre... Fuertemente la abrazo apenas pudo, y derramo lágrimas tanto de felicidad como de nostalgia, cuidaría y educaría a esa bebé como se debería, como ella y su verdadero padre desearían...
Apenas pudo levantarse de la cama, acudió al puerto con una botella entre las manos. Una botella de vino hecha de un resistente cristal, cuyo contenido era una pequeña carta enrollada. Desde allí mismo, la tiro a agua, rogando a Dios para que llegara a su destino por muy improbable que fuese. Pasaron los años, en los cuales Murasa fue criada con amor como cualquier otra noble. Ética, lectura, música, artes, idiomas, etc. ... Todo mediante profesores particulares que su "padre" le contrataba. Este tenía sus ligeras sospechas, pero su amor por su esposa le impedía darse cuenta de la verdad.
Un día, cuando Murasa acababa de cumplir los 8, una embarcación pesquera fue invadida por viles piratas en busca del pescado para comercializarlo ellos mismos. Entre ellos, estaba su verdadero progenitor como el capitán. Ya barbudo, aunque igual de apuesto y con la misma personalidad de siempre. Indagó entre las recientes capturas para revisar que clase de "mercancía" había obtenido. Ahí fue cuando la encontró, aquella botella enviada hace varios años por la mujer. Al instante no se dio cuenta, claro, pero movido por la curiosidad sobre la nota en esta, quitó el corcho y leyó. La carta al estar escrita con tinta y por su tiempo a la deriva, tenía varias manchas de que impedían la lectura de algunas palabras;
"Querido Capitán (….)
Llámame idiota por hacer esto, lanzar una botella a la deriva con la esperanza de que llegue a tus brazos. Sin embargo, se me es necesario escribirte sobre una noticia.
¿Recuerdas esa noche de pasión entre ambos? ¿Esa aventura que tuvimos a espaldas de mi prometido? ¿Aquel amor prohibido entre una noble y un pirata? Esa sencilla noche ocurrida en el mes de (…) hace algún tiempo, dio frutos en una bella niña, nacida en (...) Aunque no haya manera de comprobarlo, su cabello y ojos me recuerdan a los tuyos, por lo que en todo este tiempo no he podido olvidarte y me permiten estar segura de que es tu hija, solo tuya.
Mi actual esposo, convencido de que es de su sangre, probablemente la malcríe y la eduque para ser exitosa en los negocios, además de casarla para obtener más bienes de ella.
Sé que quizás jamás leas esto, mi amor, pero al menos lo he intentado.
Sé que es mucho pedir, sé que lo más probable es que no puedas, pero de todos modos te pediré que vuelvas a mí, que me vengas a buscar, aunque me vuelva una pecadora, te añoro en cuerpo y alma.
Me arrepiento de no haberlo dicho antes, pero quisiera haberme escapado en el barco contigo, para nunca haber vivido el infierno que es estar sin ti.
Atte. Your Lady (…)"
Llámame idiota por hacer esto, lanzar una botella a la deriva con la esperanza de que llegue a tus brazos. Sin embargo, se me es necesario escribirte sobre una noticia.
¿Recuerdas esa noche de pasión entre ambos? ¿Esa aventura que tuvimos a espaldas de mi prometido? ¿Aquel amor prohibido entre una noble y un pirata? Esa sencilla noche ocurrida en el mes de (…) hace algún tiempo, dio frutos en una bella niña, nacida en (...) Aunque no haya manera de comprobarlo, su cabello y ojos me recuerdan a los tuyos, por lo que en todo este tiempo no he podido olvidarte y me permiten estar segura de que es tu hija, solo tuya.
Mi actual esposo, convencido de que es de su sangre, probablemente la malcríe y la eduque para ser exitosa en los negocios, además de casarla para obtener más bienes de ella.
Sé que quizás jamás leas esto, mi amor, pero al menos lo he intentado.
Sé que es mucho pedir, sé que lo más probable es que no puedas, pero de todos modos te pediré que vuelvas a mí, que me vengas a buscar, aunque me vuelva una pecadora, te añoro en cuerpo y alma.
Me arrepiento de no haberlo dicho antes, pero quisiera haberme escapado en el barco contigo, para nunca haber vivido el infierno que es estar sin ti.
Atte. Your Lady (…)"
A pesar de que los nombres y fechas estaban inconvenientemente ilegibles, sabía la procedencia de esa carta. Inmediatamente, partió al lugar en donde conoció a su amada. Una semana se tardó en total, sin contar los años ya pasados, pero finalmente llegó con el objetivo de tomar a la doncella y a su hija. Era arriesgado hacer una emboscada en donde mataría al bastardo que se casó con SU mujer, por mucho que lo deseara, así que se limitó a hacer el “secuestro” e irse del país.
Todo fue a medianoche, en medio de una fiesta. Todos se encontraban despistados en el baile y en el banquete, por lo que los piratas se colaron sin mayores problemas. El capitán, robándole la ropa a un invitado, logró acercarse a la mujer, quien pudo reconocerlo inmediatamente. Esta, se apresuró a buscar a su hija, pero por un acto delator de ella ante desconfiar que el pirata fuera su verdadero padre, cargó todo el perfecto plan de huida, haciendo que tuvieran que escapar por lo pasadizos secretos de la mansión. Ahí fue cuando ocurrió el asesinato de la madre… Estaban corriendo, madre e hija cansadas ya y esta última muy asustada, mientras que el padre lanzaba maldiciones por lo bajo. Eran perseguidos por el esposo y por los guardias, el primero indignado por la infidelidad. Los acorralaron y el noble asesinó a su propia esposa. Furioso, el pirata le disparó a la cabeza, pero por la furia y obscuridad solo logró darle al hombro. La sangre le hervía y no casi no podía contenerse a matarlo, pero tuvo que hacerlo, ya que su hija, el único recuerdo que le quedaba estaba muy asustada y llorando. Afortunadamente justo en ese momento sus tripulantes llegaron, rompiendo las paredes a bombazos y se llevaron a la niña a un lugar seguro, para permitirle al capitán hacer una salida triunfal incendiando de paso todo el lugar.
Los siguientes años transcurrieron de manera dura para Murasa, quien de un ambiente refinado pasó a la cruel realidad pirata. En vez de bellas damas de compañía y elegantes mayordomos, convivió con hombres fornidos, peludos, alcohólicos, groseros y violentos, quien estaban amenazados a muerte por su capitán en tocarle un solo pelo a la niña. Diez años pasaron, en los cuales a pesar de las condiciones Murasa creció como una chica feliz, muy fuerte y con habilidad manejando una curiosa arma, el ancla, además de otras, todo eso sin dejar de ser refinada.
Sin embargo, una noche de tormenta el barco fue atacado por los Capitanes Reales, pero no por cualquiera, si no que por el “padre” de Murasa, quien al perderlo todo en el incendio tuvo que unirse a la armada para sobrevivir y, además, darle caza al Capitán Pirata que le causó tanta miseria. El barco estaba en llamas, el mar negro por la tormenta y sangre por doquier. La pelea había sido intensa, pero Murasa no participó a órdenes de su padre, quien ahora estaba luchando con el noble. Por mucho que ella quisiera ayudar, no quería desobedecer a su padre, pero su instinto la venció y salió a combatir con una espada, lo que más cercano tenía.
Pero justo antes de que lograra ir al rescate de su padre, muchas explosiones causadas por balas de cañón impactaron el barco, haciéndola tambalearse y, luego, caer al agua al romperse la madera bajo sus pies. Su padre gritó su nombre, estirando su mano hacia ella como si intentara atraparla, pero en eso el noble lo atacó por la espalda, asesinándolo y dejándolo caer con su hija al mar…
Murasa sentía el agua en los pulmones, la dificultad para respirar era cada vez mayor, la turbulenta agua le impedía nadar y la hacia chocar con trozos de madera sueltos, golpeándose varias veces hasta quedar inconsciente, aunque no se sabe si realmente fue eso, por la falta de aire, o por otra cosa… Creía que era el fin, no, más bien lo sabía, e internamente lloró por todo lo ocurrido, haber perdido a su madre de joven, saber que nunca fue de la misma sangre de quien creía era su padre y por muchas otras cosas más… Cerró los ojos resignada y dejó de luchar contra la corriente. Más lo que esperaba no ocurrió; escuchó un canto, un bello canto, una nana de las sirenas, y por un cálido abrazo al cual respondió con un dulce e inocente "Mamá..." recordando las caricias de esta. Por alguna razón y de alguna manera, ella fue rescatada por una, que le dio el “don” de la “vida en muerte” a cambio de su memoria. Obviamente, este trato no fue hecho por ambas partes, ya que Murasa yacía muerta en el momento.
La sirena, además, la llevó al otro lado del mundo para que fuera encontrada por una embarcación pirata que le dio su nombre, en la cual trabajó como una pirata cualquiera, con su personalidad ya cambiada a la “actual”. Pasó poco tiempo en el cual ascendió de “rango” entre piratas, hasta ser dueña de su propia embarcación; El Seireisen.
≈ Otros Datos:
- Posee una baja percepción del frío pero una alta del calor por la baja temperatura "normal" de su cuerpo. Por lo que no sentiría frío a menos que que corra el peligro de congelarse pero estaría acalorada cuando para un humano común el clima esta “tibio”.
- Su actual nombre fue dado por quienes la encontraron, debido a que ella por su amnesia olvidó el original.
≈ Anime/Manga/Videojuego:
Touhou
≈ Nombre original:
Minamitsu Murasa
Minamitsu Murasa- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 10/04/2011
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Lun Jul 02, 2012 6:53 pm por Alphonse Lacrosse
» Contra el estrés(?) (Privado: Emily)
Dom Mar 18, 2012 5:15 pm por Isabel Carriedo
» Ficha del Ukoso Semi-Tsundere! ^^ (?)
Jue Feb 16, 2012 12:53 am por Madawg Graynedd
» El calor del Caribe~~ (?)
Lun Feb 13, 2012 10:44 pm por Isabel Carriedo
» ATENCIÓN!!!: Censo del Staff!!!
Lun Feb 13, 2012 9:50 pm por Isabel Carriedo
» Ches, la Administradora Gaeh (?), se ausenta~~ ^^
Lun Ene 30, 2012 9:50 pm por Isabel Carriedo
» ...Reencuentro...
Lun Ene 30, 2012 4:31 am por N
» Ana... ¡Huye de los borrachos! (???)(Privado: Isa, Mad, Diego, Liam and Ana Clara~(?))
Dom Ene 29, 2012 11:34 pm por Diego Ponce de León
» ♣ Reina de Tréboles ♣
Vie Ene 27, 2012 5:52 am por Christopher Blackwave