Subastando al niño moe [libre/ a todo el que quiera al niño dinosaurio(?)]

Era oficial, esto era lo peor que le pudo haber pasado. Ahora mismo se encontraba bajando del barco de las personas que lo habían secuestrado hace unas semanas, más específicamente, en una celda en la parte más baja del barco. Según lo que había oído, iba a ser vendido como esclavo en el lugar que llamaban Nuevo Mundo, esto sí que se estaba poniendo peor. De un momento a otro se encontraba ya afuera del barco, lo habían despojado de toda su ropa, excepto sus pantalones por suerte, así que todavía conservaba a su fiel compañero, amigo y juguete, Gachapin. Al salir sintió molestia en sus ojos al sentir los rayos del sol, pues en su celda lo único que tenia era una que otra vela. Era llevado atado de manos y pies con cadenas, y al parecer no era el único, pudo observar como muchas más personas iban en las mismas condiciones que él, o incluso peores. Después de un rato de caminar llegaron a lo que parecía ser una tarima, muy maltratada de hecho, siendo acomodado junto con otros que también iban a ser vendidos. Se sentía humillado, nunca había sido tratado de esa manera, tan… tan vulgar. Sentía que iba a romper a llorar en cualquier momento. Se preguntaba una y otra vez: “¿qué tipo de personas tratarían a otra como si fuera solo un objeto?”.

De repente sintió como era jalado del brazo por uno de los tipos de la subasta. Lo obligaron a ponerse de rodillas mientras el tipo comenzaba a decir las cualidades del chico. Inteligente, sabe leer, escribir y una voz hermosa, sin mencionar que era muy lindo y aún conservaba su castidad. Podía sentir las miradas de toda esa indeseable gente sobre el, lo único que quería era terminar rápido con toda esa humillación. El hombre empezó la subasta con 25 monedas de oro, pues ese tipo de esclavos no es algo que se vea todos los días, y según había escuchado era un precio algo caro. Apretó sus mano mientras se erguía, ahora solo le quedaba esperar lo mejor.

¿Por que andaba ella en una venta de esclavos? Fácil, alli iba la gente con dinero, y alli tendria mas oportunidades para robar lo suficiente para poder sobrevivir almenos durante un mes y medio. Llevaba robadas dos bolsas de dinero cuando oyo que exponinan a un chico. Deberia tener la misma edad que ella aparentaba, unos 12 años, pero lo que mas le llamo la atencion fue cuando dijeron que tenia una hermosa voz. Tal vez con su voz y con la habilidad de ella para los instrumentos musicales conseguiria algo de dinero y podria conseguir una casa digna, despues de 8 años de vagar sola.

Se acerco a la tarima dispuesta a apostar.-Y-Yo...-Por mas que saltaba era demasiado pequeña para hacerse notar.Silvo para llamar a Pony y se subio encima, que dando a la misma altura que los otros-35 monedas-Dijo mientras temblaba un poco al notar las miradas dirigidas sobre ella, seguramente estarian pensando que como un grumete de los piratas tenia tanto dinero